Pocas veces a lo largo de la etapa democrática los políticos españoles habían tenido tan mala prensa
Mariano Rajoy ha propuesto en la Convención del PP en Sevilla revisar el sistema de complementos que tienen pensiones de diputados y senadores, y eliminar cualquier cosa que pueda suponer un «privilegio» de los políticos respecto al resto de los ciudadanos.
«Vamos a dar ejemplo y ya. Ahora que hay un debate sobre pensiones quiero decir que vamos a plantear en el Congreso de los Diputados la revisión del sistema de pensiones de los diputados y de los senadores y también la eliminación de cualquier cosa que pueda suponer un privilegio con respecto al resto de los españoles».
La maniobra es ha sido hábil y eficaz, tanto porque el asunto está en la calle cuanto porque demuestra que, pese a lo encorsetado de las expectativas y al escaso margen de maniobra de cualquier gobierno ante la crisis, el principal partido de la oposición tiene ideas.
El anuncio de Rajoy supone un radical e inteligente cambio de posición del PP sobre este asunto.
Hace menos de un mes, Rosa Díez, líder de UPyD, envió una carta al Congreso reclamando la eliminación de los suplementos.
Recibió la respuesta el pasado 21 de diciembre, cuando las mesas de ambas cámaras rechazaron la propuesta. En esas dos mesas está sentado el PP.
Entre estos privilegios se encuentra que sus señorías sólo necesitan cotizar once años para poder cobrar la máxima pensión, según el ‘Reglamento de pensiones parlamentarias y otras prestaciones económicas’ del 14 de julio de 2006, mientras que un ciudadano español necesita en la actualidad cotizar un mínimo de quince años para obtener la pensión más baja (587 euros al mes en catorce pagas; o 725 euros al mes si tiene un cónyuge sin renta), y 35 años de cotización para poder obtener, según su renta, la pensión máxima (2.466 euros en catorce pagas).
Además, pueden acogerse a este sistema que hayan estado entre 7 y 9 años ocupando un escaño en el Parlamento podrán cobrar el 80 por ciento de la pensión; si han estado entre 9 y 11 años, tendrán derecho al 90 por ciento; y la cuantía será del 100% si superan los 11 años de mandato.
En este momento, hay alrededor de 3.600 ex parlamentarios, aunque pocos se han acogido a este sistema.
Pocas veces a lo largo de la etapa democrática los políticos españoles habían tenido tan mala prensa como actualmente.
Las encuestas acreditan que, después de la situación económica y el elevado desempleo, la mala calidad de la clase política es considerada el principal problema del país por una mayoría de ciudadanos.
Y nunca esos sondeos habían denunciado con tanta claridad la desconfianza de la gente hacia los políticos de todo color, cuya competencia se cuestiona a las claras.
Rajoy, que se ha mostrado contrario a que se retiren los sueldos vitalicios a los ex presidentes del Gobierno, tal y como reclama Gaspar Llamazares (IU) después de que Felipe González y José María Aznar anunciaran su incorporación a los consejos de empresas energéticas, acierta y de pleno Rajoy con su propuesta sobre las privilegiadas pensiones de sus señorías.