El vicepresidente se ganó a Blanco a la vista de los sondeos internos
Por mucho que este fin de semana algunos empresarios más afines hayan intentado calmar las aguas, el PSOE es un río revuelto. Chacón apuesta ahora por un congreso extraordinario tras el 22-M. No se fía del aparato del partido y pone a enfriar su candidatura para 2012. Rubalcaba está lanzado, como demostró ayer en Alcázar de San Juan.
Decididamente, las aspiraciones de Carme Chacón para hacerse con el liderazgo del Partido Socialista a corto o medio plazo sólo pasan por la celebración de un congreso federal del PSOE tras las elecciones municipales del 22-M en el que la ministra aspiraría a hacerse con la Secretaría General del partido, independientemente de lo que ocurra con la candidatura a la presidencia del Gobierno para las elecciones de marzo de 2012.
Esa es la conclusión a la que ha llegado el entorno de la titular de Defensa, que trabaja denostadamente para hacerse con el hueco que dejará José Luis Rodríguez Zapatero, en lucha ya no sólo con Alfredo Pérez Rubalcaba, sino con todo el aparato del partido. Fuentes parlamentarias próximas a Chacón han asegurado a La Gaceta que José Blanco ha puesto al servicio del vicepresidente toda la maquinaria de Ferraz en una maniobra que ha sentado francamente mal a la ministra.
«Blanco ha cambiado de bando», han llegado a asegurar estas mis-mas fuentes, que achacan la entrega del número dos del partido a Rubalcaba a una maniobra malintencionada del entorno del vicepresidente con encuestas en la mano».
Los más afines a Rubalcaba -entre los que se encuentran, además de barones reconocidos y miembros de la dirección del PSOE, otros altos cargos del Gobierno como Elena Salgado, Ramón Jáuregui o José Enrique Serrano- hicieron entrega a Blanco de un sondeo interno, encargado por ellos mismos y que no había pasado antes por manos del vicesecretario general, en el que el vicepresidente ganaba de calle al presidente y lograba mantener un suelo electoral que rondaba el 35%.
Fue a finales de enero, en vísperas de la convención autonómica de Zaragoza, y fue ahí donde, según fuentes próximas a Chacón, «se echaron a Blanco al bolsillo» teniendo en cuenta que los sondeos siempre han seducido mucho al número dos del partido, auténtico gurú en esta materia en la sede de Ferraz.
A quel la maniobra, acompañada horas después de las filtraciones de Jáuregui dando a Rubalcaba como sucesor y los deslices de Manuel Chaves hablando de Zapatero en pasado, terminaron con Blanco, Chaves y Marcelino Iglesias deshaciéndose en elogios en Zaragoza hacia el presidente en lo que, a todas luces, pareció un entierro en vida del actual líder socialista.
Desde entonces, el equipo de Chacón ha esperado en vano algún gesto de Zapatero que inclinase su preferencia por Chacón de la que nadie, tiempo atrás, dudada dentro del PSOE.
«Siempre ha sido su niña», ha señalado a este periódico una fuente socialista que entiende que si Chacón se ha lanzado a hacer campaña ha sido porque «confiaba con el respaldo del jefe».
Zapatero, sin embargo, presa de la soledad tras siete años en Moncloa, obligado por la crisis y Bruselas a modificar su propia política y acorralado por las presiones de unos y otros dentro del partido se ha quitado de en medio.
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