«Lo de Ana Pastor no fue una entrevista», afirmó la presidenta del PP madrileño durante un acto con las NN.GG.
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha manifestado este viernes 15 noviembre 2013 que no va a dejar la política en su vida, a pesar de haber decidido hace más de un año «dejar paso a personas jóvenes» en el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
«Es un privilegio para el político elegir el momento en que lo deja», ha señalado Esperanza Aguirre para afirmar a reglón seguido que ella tuvo «la suerte» de abandonar su cargo en un momento en el que el PP tenía mayoría absoluta en el Congreso y mayoría absoluta «incluso con 14 escaños de más sobre la suma de PSOE, IU y UPyD» en la Asamblea regional, así como en la «inmensa mayoría» de los ayuntamientos de Madrid.
Además, como presidenta regional, tenía el programa electoral «casi cumplido», según sus palabras.
«Por lo tanto, consideré que era muy bien momento para que, a mis 60 años, pudiera dejar paso a personas más jóvenes sin dejar nunca la política, porque la política yo no la voy a dejar en mi vida»
Aguirre siempre ha creído que la política «no puede ser una profesión vitalicia».
«No podemos estar toda la vida en los cargos»
La presidenta del PP madrileño lamenta encontrarse con «gente que deja los estudios por agradar a sus jefes para ver si le ponen en alguna lista».
Este 15 noviembre 2013 empezó en Madrid la convención nacional de Nuevas Generaciones Partido Popular, un encuentro que se ha retrasado varios meses por los problemas surgidos tras la condena y repatriación de Ángel Carromero, quien estaba llamado a ser el presidente de las juventudes populares.
Y entre las primeras intervenciones estuvo la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, que lanzó un duro alegato contra los jóvenes y la política. Aguirre afirmó que Nuevas Generaciones (NN GG) no puede ser un lugar para que los jóvenes aspiren a «carguitos y carguetes», sino que debe servir como catalizador de las vocaciones políticas.
La ex presidenta de la Comunidad de Madrid lamentó encontrarse con «gente de NN GG que deja los estudios porque empieza a querer agradar a sus jefes para ver si le ponen en alguna lista».
En este sentido, manifestó que hechos como que un joven médico, tras licenciarse y realizar una especialidad, tenga un sueldo de unos 2.000 euros y «otro, que no era el más listo de la clase, pero se hizo concejal» gana 3.000 euros «desestimula a unos y estimula a los otros». La presidenta del PP de Madrid defendió también que la política no puede ser «una profesión vitalicia».
Los problemas más graves de España
Dicho esto, se centró en los tres problemas más graves que, a su juicio, tiene España: la crisis económica, una crisis política y el desapego de los ciudadanos hacia los políticos.
Para Aguirre, España vive una crisis política, que es «mayor» incluso que la económica y que está protagonizada por los nacionalistas y las tensiones secesionistas. Para combatirla pide actuar con «rigor, decisión y patriotismo», algo, por cierto, que le pidió José María Aznar a Mariano Rajoy.
Finalmente, la ex presidenta madrileña ha apuntado que una de las principales causas del desapego hacia los políticos es la corrupción, ante la que ha dicho que hay que actuar como lo hace el PP y poder así atajarla y luchar contra ella.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, estuvo más comedida en su intervención. Animó a los jóvenes de su partido a dedicarse a la política porque cree que «no hay oficio más noble» pese a que puede haber algunas «manzanas podridas que hay que quitarlas de la bolsa».
En tono positivo también se expresó Cristóbal Montoro. El ministro de Hacienda aseguró «con toda firmeza» que España va a «tocar ya» la salida de la crisis y el Gobierno va a aplicar «con plenitud» su programa político «porque España necesita que vuelva a ganar el PP en el año 2015», algo a su juicio «fundamental». Además, aprovechó su discurso ante los cachorros del PP para justificar la subida de impuestos. Para ello parafraseó al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, cuando para justificar la crisis económica de la Transición aseguraba que «no se puede sacar agua del grifo mientras se cambian las tuberías».
Esta convección de NN GG llega bajo la sombra de la división en la organización juvenil del PP. La mayoría de la celebración de los congresos autonómicos y provinciales han trascurrido con tranquilidad y sin problemas internos, algo que no ha ocurrido en el de Madrid, donde se ha materializado el enfrentamiento entre dos corrientes claramente enfrentadas. Una consecuencia del tradicional enfrentamiento que se ha vivido entre la dirección nacional de NN GG y la de la capital de España, de la que, según fuentes consultadas por este periódico, siempre se ha tenido la sensación en el partido que ha tenido más importancia y más peso -y mayor proyección política de sus miembros- que la ejecutiva estatal.
Una ruptura anunciada
La elección de presidente de NN GG en Madrid se ha producido de manera traumática para el partido. Con tres candidatos de los que uno, David Álvaro, retiró su candidatura la noche anterior a las elecciones, los otros dos escenifican, regionalmente, la división existente en el partido en el ámbito nacional.
La ganadora -Ana Pérez- era, desde un principio, la candidata que más gustaba a la dirección del partido en Madrid. En concreto, la presidenta del PP en la comunidad, Esperanza Aguirre, habría apoyado esta candidatura al quedar fuera de la posible carrera a dirigir NN GG quien era su candidato antes de ser detenido en Cuba, Ángel Carromero, quien ocupaba plaza en la candidatura de Pérez y que ha sido designado como secretario general de las juventudes en Madrid. Una designación libre de la presidenta que elige a quien ocupa ese cargo de entre los miembros de su lista.
El tercer candidato, que acabó con un 43% de los votos, fue Antonio José Pérez, un trabajador nato que presidía la agrupación en el complicado distrito madrileño de Villaverde, el cual se encontró con tan solamente cinco afiliados y que a día de hoy mantiene una actividad muy importante con decenas de miembros.
El broche final del acto será el discurso de clausura que correrá a cargo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, este domingo. La convención, que se ha organizado copiando el modelo americano del Partido Republicano, pretende generar grupos de trabajo que «produzcan lluvias de ideas».