Un escritor, aun cuando tenga la literatura como su actividad principal, no puede exonerarse de la responsabilidad civil
La Fundación Internacional para la Libertad (FIL) ha organizado el 8 de julio de 2014 en la Casa de América de Madrid el VII Foro Atlántico, que ha contado con la presencia de personas de la talla del ex presidente chileno Sebastián Piñera, los escritores Álvaro Vargas Llosa, Carlos Alberto Montaner, Plinio Apuleyo Mendoza, el economista Mauricio Rojas, entre otros. Una de los principales ponentes ha sido el presidente de FIL y premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. El autor de obras como Conversaciones en La Catedral, La tía Julia y el escribidor o La fiesta del Chivo, entre otras, ha conversado en exclusiva con Periodista Digital.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA
El ejemplo más flagrante de esa izquierda moderada, moderna, y me atrevería a decir que liberal, es lo que está ocurriendo en Uruguay. En Uruguay hay un Gobierno que procede de la extrema izquierda, y sin embargo la democracia funciona, las instituciones democráticas no han sido deterioradas en absoluto, se respeta una economía de mercado, lo que permite que la economía vaya prosperando.
Un escritor, aun cuando tenga la literatura como su actividad principal, no puede exonerarse de la responsabilidad civil, de una responsabilidad cívica.
Siempre hubo en España grupos, yo pensé que eran grupos minoritarios, que tenían simpatías por el chavismo, por el socialismo del siglo XXI, como tenía simpatías la dictadura cubana, que lleva 54 años en el poder. Pero nunca hubiera imaginado que un grupo de estos tuviera el respaldo de 1.200.000 españoles.
Quisiera creer que una buena parte de esos votantes [de Podemos] no ha votado ideológicamente, sino ha querido hacer un acto de protesta por los problemas que vive España, por el paro que es tan alto y afecta a tantas familias.
Es verdad que la democracia española ha cometido errores, todas los cometen, pero si uno hace el balance de lo que era España hace 30 años y de lo que es hoy en día, el progreso no solamente es importante, es extraordinario.
Después de ese 1.200.000 votos habrá una recapacitación, y quienes por frivolidad, por la necesidad de ganar una audiencia mayor para sus programas, han promovido este fenómeno [Podemos] deberían comenzar a asustarse y a rectificar, a menos que quieran la destrucción de todo lo que España ha conseguido desde que se convirtió en un país moderno y democrático.