Los socialistas se han tirado a por el poder en plancha

La decisión del PSOE

La decisión del PSOE
Felipe González y Pedro Sánchez.

Como en «La Decisión de Sophie», magnífica película dirigida por Alan Pakula y protagonizada por Meryl Streep en 1982, el PSOE debe tomar en estos días una decisión en relación a los pactos donde se la juega de manera evidente.

Los que escribimos sobre estos temas a veces lo hacemos con la seguridad absoluta de que nada cambia porque por lo que se ve, nadie cambia.

Si ayer planteaba que el PP es tremendamente torpe en la gestión de los pactos, hoy tengo que decir que el PSOE cuando ve una opción de poder en su cercanía hace lo necesario para conseguir el poder, pactando lo que sea y con quien sea, basta recordar las palabras del Presidente Rodríguez Zapatero asumiendo las reivindicaciones catalanas cuando prometió apoyar la reforma del Estatuto que saliera del Parlamento autonómico.

En general hay que reconocer que así como al PP su política de no pactar o de no saber hacerlo le ha hecho mucho daño, al PSOE en el corto plazo le ha ido siempre excelente, triunfando por todo lo alto, a medio plazo también le ha ido bien, pero a largo plazo es más discutible porque el PSOE al final corre el riesgo de ir de pacto en pacto, de gobierno en gobierno hasta el desastre final.

Los socialistas están muy contentos y sobre todo su Secretario General, Pedro Sánchez, creyendo que con su derrota ha triunfado por todo lo alto, están transformando esta derrota en un éxito tan grande a medio y largo plazo que se permiten el lujo de exigir dimisiones y reprochar los resultados electorales del partido que les ha vencido, el Partido Popular.

Pero la cuestión no es otra sino qué pasará con esos pactos. Sé que dentro del socialismo, con alguna excepción, predomina un optimismo generalizado, pero es un espejismo coyuntural que les dará pan para hoy y muy probablemente hambre para mañana.

Es evidente que el PSOE se ha tirado a por el poder en plancha, incluso públicamente proclaman que son los ganadores de la izquierda, esto último, desgraciadamente para ellos no está claro.

En los sitios donde el PSOE forme gobierno con el apoyo de los restantes partidos de izquierdas, Podemos y sus filiales, Izquierda Unida, Compromís y otros, en las siguientes elecciones estos partidos quedarán marginados electoralmente y puede que incluso los dirigentes que colaboren en el pacto de gobierno acaben en las filas del PSOE.

Lo que describo no es más que lo que nos cuenta la historia, acordémonos de las elecciones municipales del 1979, cuando el PSOE tomó gran parte del poder municipal del país a costa, en aquel momento del apoyo del PCE, al poco tiempo, en las elecciones generales de 1982 el partido comunista casi desapareció y muchos de sus dirigentes que participaron en los gobiernos municipales fueron absorbidos por el PSOE y se abrió toda una época de absoluto desprecio y marginación del PSOE hacia todo lo relativo con el Partido Comunista.

Ahora, hay que saber si en las próximas elecciones generales a los socialistas les conviene presentarse o no como un partido sesgado y aglutinador de la izquierda, teniendo en cuenta que en esas elecciones la izquierda irá por su cuenta.

Claro que esa otra izquierda, si acepta ser fagocitada por los gobiernos del PSOE irá debilitada. La decisión que tomará el PSOE parece más que clara, si es por ellos habrá pactos en su claro beneficio pero no sé si Podemos, Compromís y otros habrán o no aprendido de la experiencia de los comunistas en el 79. Aunque de eso hablaremos en un próximo artículo.

Carlos Malo de Molina
Presidente de CONSULTORES INTERNACIONALES DE MARKETING POLITICO y de SIGMA DOS INTERNACIONAL
Twitter: @CMalodemolina

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