«¡Qué tropa, joder, qué tropa!».
Dicen que la frase original la pronunció el Conde de Romanones, Álvaro de Figueroa y Torres, cuando se enteró de que ni uno sólo de los miembros de la Real Academia comprometidos a apoyarle, le había votado a la hora de la verdad, pero viene al pelo para lo que está ocurriendo en el flamante Ayuntamiento de Madrid (La prensa exige a la podemita Carmena y al PSOE que echen a patadas al antisemita Zapata).
Si el tema se limitara a que hay mucho mastuerzo, bastante babieca y algún necio de campeonato, tendría un pase.
Si fuera sólo que Manuela Carmena, la alcaldesa, llega al cargo con una mochila en la que hay ‘apaños‘ para que su marido escamotee el sueldo a sus empleados y tiene en su haber profesional un sonrojante compadreo con los proetarras, que la llevó muy a menudo a equiparar víctimas y verdugos, el asunto hasta sería digerible.
Tampoco parece ya mucho, a estas alturas, que el líder máximo del grupo, el podemita Pablo Iglesias calificase entre risotadas al socialista Antonio Miguel Carmona de ‘tonto y subnornal’ (Ángel Expósito: «¿Explicará Carmona que se siente al pactar con un partido cuyo líder le llamó subnormal?»).
El drama, para los madrileños, es que el nuevo Ayuntamiento de la capital de España esta trufado de sujetos cargados de intolerancia, malos modos y mucha tontería. Ha colocado Carmena o le han colocado, en puestos de responsabilidad a una pléyade de elementos que, como poco, son para echarse a temblar.
La portavoz municipal será Rita Maestre, que fue detenida por asaltar la capilla de la Universidad Complutense al grito de «Arderéis como en el 36» (Así asaltó la novia de Errejón la capilla de la Complutense tetas en bandolera: «¡Menos rosarios y más bolas chinas!»).
Carlos Sánchez, concejal de Hacienda, se define como defensor del impago de la deuda y de la banca pública.
Nacho Murgui, Coordinador Territorial y destacado sangrador de subvenciones como presidente de las asociaciones vecinales y cantante del grupo Hechos contra el decoro, presume de ‘okupa’.
Y todo eso palidece, al menos de momento, cuando se echa un vistazo a la hemeroteca y se repasa lo que dicen y decían hace nada algunos de ellos.
Los miserables tuits del concejal de Ahora Madrid, Guillermo Zapata, confirman que los podemitas no vienen en busca del cacareado cambio sino de revancha. El líder okupa del Patio Maravillas se escudó en que sus tuits se enmarcaban en la defensa de que «el humor negro sirve para hacer catarsis».
«¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero» o «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcasser para que no vaya Irene Villa a por repuestos» es a lo que Zapata llama ‘humor negro’.
Esto no es humor negro sino la constatación de que la izquierda radical nunca ha escondido su odio visceral a los judíos y su desprecio a las víctimas del terrorismo como Irene Villa.
Lo que sí es humor negro es el ridículo comunicado de Zapata en el que pide perdón con la boca pequeña y afirma «condenar terrorismo de ETA» cuando Bildu se ha hecho con el poder en Pamplona gracias al apoyo de Podemos y sin que hayan condenado el terrorismo como les exigía Pablo Iglesias. —COMUNICADO DE GUILLERMO ZAPATA: Sobre polémicas y contextos—
El mismo cinismo de Zapata es el que utiliza Podemos para indignarse ante quienes cuestionan su apoyo sincero a las víctimas de terrorismo y acto seguido dar su apoyo a los proetarras de Bildu para que se hagan con la alcaldía de Elorrio en Vizcaya.
Más allá de la impostura de los podemitas, cuesta imaginar a algunos concejales de ‘Ahora Madrid’ con fuertes lazos con Batasuna solidarizarse con aquella joven a la que ETA le destrozó medio cuerpo con una bomba lapa siendo apenas una niña de 13 años. —La Marimorena: Los vínculos del ‘número dos’ de Manuela Carmena con Batasuna—
¿Y en Podemos? Prietas las filas en defensa de Zapata. Monedero ha asegurado que conoce le conoce y que no es ni «racista ni antisemita» sino un «bocazas».
CARMENA NO DESCARTA EL CESE DE ZAPATA…
A la que le entraron las dudas es a Manuela Carmena. La flamante alcaldesa de Madrid ha recordado que Zapata pidió disculpas desde el primer momento de la polémica pero ha añadido su crítica: «el humor negro no puede ser cruel», ha dicho en una entrevista con Ana Pastor en El Objetivo de laSexta. «¿Descarta su cese?», le ha preguntado Ana Pastor.
«No lo descarto. Tengo que hablar con él, tengo que valorar qué significa y ver si tiene que seguir siendo concejal de Cultura».
A esas alturas, ni Carmena ni el socialista Antonio Miguel Carmona, que es quien con sus nueve votos la ha hecho alcaldesa de Madrid, habían percibido todavía la indignación mundial que ha desatado el antisemitismo, la xenofobia y la falta de sensibilidad con las cíctimas del terrorismo del podemita Zapata.
Como botón de muestra, el titular de ‘The Jerusalem Post’, donde se dice que un concejal español se regocija con la quema de judíos:
…PERO A PABLO SOTO LE PERDONA LA VIDA
Hay algo que ya sabíamos y es que la ex jueza Carmena cree en la reinserción… incluso en la de sus propios concejales.
«Todas las personas tienen un pasado y todas las personas pueden cambiar», ha asegurado refiriéndose al concejal de su partido, Pablo Soto.
Soto hizo apología de la violencia en su cuenta de Twitter con dos repugnantes tuits a finales de 2013:
«Y para mi próximo truco, necesitaré una guillotina, una plaza pública y a Gallardón». «Yo no puedo aseguraros que por matar y torturar a Gallardón se vaya a cambiar toda esta historia, pero por probar no perderemos nada».
Carmena no piensa cesarle porque cree que fueron «unos tuits hechos en un momento difícil y de los que está absolutamente arrepentido».