Es Andrés Serrano, confeso republicano de bandera nombrado director de la Policía Municipal de Madrid por Manuela Carmena, el jueves 2 de julio de 2015.
El encargado de diseñar ahora la estrategia de seguridad ciudadana de la capital de España, se marchó de vacaciones al día siguiente de firmar el cargo.
Lo hizo por la cara -levantando la indignación de sus compañeros del Cuerpo- y con su carnet de Podemos bajo el brazo, quizás para reflexionar sobre cuál va a ser su política en la materia que le compete, tras sus sonadas ‘hazañas’ en las calles a pie de barricada.
Y es que el antaño responsable de la Unidad de Medio Ambiente, asesoró sin ir más lejos a los nuevos responsables políticos del área de Seguridad (que dirige el okupa Javier Barbero), habida cuenta de su desconocimiento en este asunto tan trascendenal para una ciudad.
En Ahora Madrid no han elegido a cualquiera para menester. Es pública la anterior afiliación, con carné, de Serrano a IU; sin embargo, cuando el partido comenzó a desmembrarse en la región y ediles como Jorge García Castaño o la exdiputada regional Tania Sánchez se desligaron de la formación para acercarse a Podemos.
EL EPISODIO DE LA BANDERA REPUBLICANA
Es notorio que el mentado es claramente contrario a las Unidades Centrales de Seguridad (UCS) o ‘antidisturbios’ del Cuerpo local. Considera que la Ley respectiva, de 1986, no ampara su existencia.
Pero, cosas de la vida, no siempre ha renegado de sus compañeros, como cuando aquella vez, durante la manifestación Jaque al Rey, celebrada en octubre de 2013, se metió con sus compañeros policiales recriminándoles el haber arrebatado una bandera republicana a una iracunda señora que que había pegado con ella a un traseunte.
LAS TORNAS CAMBIAN
Poco después, en diciembre de 2013, tuvo que echar sin embargo mano de su ayuda durante un ‘Rodea el Congreso’.
Le tocó a él la guardia como oficial, y un grupo de radicales podemitas, al grito de «¡Sí se puede!» -como puede comprobarse en el vídeo que acompaña a estas líneas- arrinconó su coche patrulla, en las inmediaciones de la calle de Atocha.
Serrano se asustó ante tal ola de violencia (llovían piedras y palos) y, desde el vehículo, y según numerosos testigos gritó a los ultraizquierdistas:
«¡Chicos, parad, compañeros, que yo soy de los vuestros!».
El entonces oficial de Medio Ambiente tuvo que refugiarse en una iglesia cercana y, desde allí, pedir ayuda, precisamente, a los ‘antidisturbios’ de las UCS.
VÉRTIGO
Fuentes policiales aseguran ahora que la ‘espantada’ tras su nombramiento obedece al «vértigo» que siente hacia su cometido.
El portavoz de la Asociación de Policía Municipal Unificada, Carlos Bahón, entiende que al menos podía haber tomado alguna decisión, quizá a modo de gesto, antes de irse de vacaciones.
Bahón pone como ejemplo eliminar los servicios de vigilancia que hacen los agentes en los juzgados de plaza de Castilla, algo claramente «innecesario» y que «no es competencia de la Policía Municipal».
El secretario general del sindicato CPPM, Francisco Torres, por su parte, apunta más arriba y considera que «la responsabilidad es de quien se lo ha consentido», en referencia a los superiores de Serrano que se lo han permitido.
«Esperemos que cuando regrese aborde de manera urgente la reestructuración del cuerpo e imponga los criterios de mérito y capacidad; y elimine inventos y favores de mandos».
