No se han celebrado las elecciones y ya tienen el pastel repartido. Lo cuenta este 8 de octubre de 2015 el periodista Salvador Sostres en ABC. Pedro Sánchez, líder del PSOE, y Albert Rivera (Ciudadanos) ya tendrían configurado el esqueleto de su Gobierno después de las elecciones del 20 de diciembre de 2015:
Pedro Sánchez, presidente. Albert Rivera, vicepresidente político. Jordi Sevilla, vicepresidente económico. Y Luis Garicano, del que tanto el PSOE como Ciudadanos se fían, pero no tanto, ministro de Industria. Este es el Gobierno que PSOE y Ciudadanos tienen pactado y así lo detallan a los grandes empresarios a los que van a pedirles financiación y confianza.
Ciudadanos ya ha elegido y el PSOE es su pacto preferido. Desde el partido de Albert Rivera se identifica al PP, y muy particularmente al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el principal problema de la política española.
Avisa a los votantes del PP que Ciudadanos le puede hacer la misma jugarreta que ERC a los electores de CiU en las catalanas de 2003:
La aparente equidistancia de Ciudadanos es más una estrategia electoral que una realidad. Su preferencia por los socialistas es absoluta y sólo les queda esperar que la aritmética parlamentaria ayude. De momento tratarán de desmentirlo y ocultarlo, porque durante la campaña intentarán captar a la parte de electores populares que quieren votar a la derecha pero dándole un toque de atención a su partido de siempre; y también a aquellos que, definitivamente desengañados del PP, por poco liberal y demasiado socialdemócrata, y por confuso a la hora de defender la unidad de España, buscan en Ciudadanos la regeneración de la derecha, de la economía de mercado y la afirmación de la vigencia de los principios constitucionales.
Tal como en 2003 Carod-Rovira tuvo el voto de muchos convergentes que querían espabilar a su partido, y confiaban en el pacto natural CiU-ERC, hoy buena parte de los apoyos de Ciudadanos vienen de votantes que lo último que querrían es que los socialistas volvieran a gobernar, y mucho menos con su sufragio. Y esto es precisamente lo que podrían encontrarse el 21 de diciembre, tal como los alegres convergentes que se fiaron de Carod acabaron patrocinando que los socialistas tomaran la Generalitat y que llegara a presidente Pasqual Maragall.
Y concluye:
En un alarde de sinceridad que le honra, la candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas, al ser preguntada el lunes en Herrera en COPE sobre qué les diría a aquellos españoles que votan a su partido dando por hecho que su único pacto posible es con el PP, respondió con un elocuente: «Quien quiera votar al PP, que vote al PP; quien quiera votar a Ciudadanos, que vote a Ciudadanos».
Tanto Rajoy como Sánchez trabajan con encuestas en que los tres partidos -PP, PSOE y C’s- estarían en un triple empate, siendo incluso Ciudadanos la segunda fuerza, por delante de los populares.