El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, estalla contra los ataques que recibe desde el PP y les recuerda sus apaños con los podemitas en un artículo publicado en LD titulado ‘Los de la basura’. Es una respuesta al misil teledirigido que le lanza Eduardo Inda desde Okdiario. —Girauta, del PSOE a C’s pasando por el PP—
«¿Por qué usarán sus armas de destrucción masiva contra Ciudadanos, un partido constitucionalista que permite el gobierno del PP en cuatro comunidades autónomas y trece capitales de provincia?», se pregunta Girauta. «Por varios motivos. De entrada, y abreviando, porque consideran que nuestros votos son suyos».
El diputado de C’s está harto de que se le recuerda que trabajó para el PP y militó en las filas del PSOE. No lo esconde. Lo que más le molesta es ese argumento del PP de que votar a Albert Rivera es tirar el voto a la basura:
Loca premisa que llevó al pobre Maroto a afirmar, al conocer los resultados de diciembre (y su falta de escaño), que tres millones y medio de españoles votantes de Ciudadanos habían arrojado su voto a la papelera. O sea, que lo de ERC o Bildu sí estaba bien votado, o lo de Compromís, o lo de DyL. Eso no iba a ninguna papelera, eso permitía una justa representación de todos los ricos matices políticos del noble pueblo español. Pero los cuarenta escaños de Ciudadanos eran detritus, no pintaban nada.
Y por último, le recuerda al PP su mimo a Podemos en la estrategia de fomentar el voto del miedo:
Podemos les encanta. Es por la retroalimentación y porque, a fin de cuentas, es hijo suyo; y no me refiero a que sean la indignada respuesta a sus políticas; me refiero a una relación padre-hijo. ¡Qué digo! ¡Madre-hijo! Hablo del minucioso mimo con que se les ha amamantado bajo los focos y abrigado en las frías alcantarillas del Estado.
Hablo del espantajo que permite advertir «yo o el caos» y partirle las piernas al PSOE. Hablo de sustituir a los socialdemócratas por los revolucionarios para perpetuarse en el poder. Los figurones más extravertidos de la derechita viven esta paternidad, esta maternidad con tanto orgullo que a menudo se emocionan y rompen en públicos panegíricos a los chicos del comunismo bolivariano que un día cerrarán sus medios. Cosas de los conservadores españoles.
Conviene recordarle a Girauta que en campaña electoral Ciudadanos también protegió con mimo a Podemos con una nefasta estrategia que –como el mismo José Manuel Villegas luego ha reconocido– pagaron caro.