Su cara avinagrada lo dice todo. Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y al que sus amigos chvistas dieron medio millón de dólares del sufrido contribuyente venezolano, no pierde oportunidad de atacar a la prensa que no le baila el agua a la formación podemita –El avinagrado Monedero acusa a la prensa de torpedear y torturar a Pablo Iglesias-.
Las salidas de pata de banco del podemita son conocidas también en otros ámbitos porque siempre tiene en sus oraciones a políticos y toda clase de dirigentes que no son de su agrado.
Y si no que se lo digan, por ejemplo, a Albert Rivera –El podemita Monedero se pasa de la raya con Albert Rivera: insinúa que esnifa cocaína-.
En esta ocasión, aprovecha para meterle el rejón en Twitter a dos medios de comunicación, Periodista Digital y Okdiario, a los que califica de «basura» y pide que dejen de ser promocionados en otras empresas periodísticas.
Dicho de otra manera, que sus representantes no sean invitados a los platós de las televisiones. Lo hace en defensa de Julio ‘El Rojo’, el general de Podemos que se ha hecho pacifista y dice que ahora es soldado raso, condición que no ejerce a la hora de elegir asiento y tarifa en el AVE (‘Julio el Rojo’, a todo tren: le pillan disfrutando de la clase más privilegiada y cara del AVE).
@Julio_Rodr_ @okdiario @periodistadigit Espero q muy pronto la presión de la ciudadanía impida que la basura se promocione en la televisión.
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) 21 de mayo de 2016
OTROS ATAQUES
Monedero no tiene reparo en mostrar sus diferencias sea con quien sea, incluso al precio de desear la muerte de esta persona (Jaime González borra la risa a Monedero y le machaca por no responder a los cobros chavistas de Podemos ).
Así trató, por ejemplo, a la directora general del Fondo Moneterio Internacional, Christine Lagarde –Monedero reaparece en público para desear en un mitin la muerte a la directora del FMI-.
O vean la perla conta la ministra de Empleo del Gobierno de España, Fátima Báñez, a la que trató de «sinvergüenza» –Monedero ha perdido definitivamente la chaveta: «Fátima Báñez es una sinvergüenza»-.
