El nexo de los Kirchner con Podemos era Facundo Firmenich, hijo del exlíder terrorista montonero Mario Firmenich
Si algo no puede decirse del populismo peronista de los Kirchner es que no haya sido un excelente negocio. Los argentinos se frotan los ojos con la detención cinematográfica de José López, secretario de Obras Públicas durante los 12 años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, al que trincaron con nueve millones de dólares cuando estaba a punto de esconderlos en un convento.
La foto del kirchnerista rodeado de policías armados hasta los dientes y escoltado como si fuera El Chapo Guzmán demuestra que era una codiciada pieza de caza para el macrismo.
«Son 160 bultos de billetes, lo estamos contando aún. Hay dólares, euros, yuanes y una moneda de Qatar que no sabemos cuanto vale. Es una cifra millonaria», aseguró Cristian Ritondo, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
López es la viva imagen de la corrupción del peronismo populista en el que se mira Podemos. La diferencia es que allí están en búsqueda y captura y aquí a las puertas de la Moncloa. «La única revolución que hicieron fue la recaudadora», bromean en Argentina del saqueo de los Kirchner.
Varias generaciones de sociólogos argentinos se han suicidado intentando descifrar la naturaleza del peronismo cuando en realidad es una ideología muy simple que consiste en alimentar el odio creando enemigos imaginarios sobre los que echar las culpas y endosarles el desastre.
Es el deseo de venganza permanente, que el miedo cambie de bando y que los jueces de Podemos se ocupen de ajusticiar a las oligarquías del PP. No hay populismo sin guillotinas como no hay castrismo sin presos políticos ni chavismo sin ‘colectivos armados’.
«Con las cenizas de los traidores construiremos la Patria de los humildes», dijo Evita Perón, a quien los peronistas llamaban ‘El hada rubia’ y por la que Íñigo Errejón dice sentir debilidad.
NEXO MONTONERO
Pero es otro peronismo el que marca el paso de los podemitas: el peronismo de la izquierda revolucionaria de los setenta que sembró de sangre y muerte Argentina encarnada por Montoneros y coronado por los Kirchner.
El nexo de los Kirchner con Podemos era Facundo Firmenich, hijo del exlíder terrorista montonero Mario Firmenich, que vive desde hace décadas en Cataluña.
Facundo abrió en Barcelona una sucursal de La Cámpora 25, brazo hispano de la organización juvenil que fundó Máximo Kirchner. También fundó Evita Exterior, otro movimiento de ADN kirchnerista alineado incondicionalmente al Gobierno de Cristina Fernández y acompañó a Iñigo Errejón y a Juan Carlos Monedero en su visita a Buenos Aires del mes de julio de 2015, informó ABC. —El hijo de Firmenich: «En La Cámpora me obligaron a militar con capucha»—
Cuando el ‘número tres’ de Podemos estuvo en Buenos Aires, dio una charla en el aula Rodolfo Walsh de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Rodolfo Walsh fue un periodista y escritor autor de ‘Operación Masacre’, uno de los mejores libros de periodismo que se hayan escrito nunca, además de miembro de la sanguinaria organización terrorista Montoneros que el 30 de junio de 1969 asesinó al sindicalista Augusto Timoteo Vandor. «Hicimos como dice Perón: «En política al enemigo no hay que herirlo, sino matarlo».
Por eso los cinco compañeros tenían la misión de matarlo en cualquier lugar de la casa en que lo encontrasen», se justificaron los terroristas. Walsh, un mito en de la extrema izquierda argentina, se jactaba en su libro ‘Ese hombre y otros papeles’ de que «no había putas como en La Habana» y de que se beneficiaba a niñas de 16 años.
La crueldad con la que los Montoneros asesinaron no conoció límites. A la familia de Guillermo Walter Klein, integrada por su esposa, y cuatro hijos con edades comprendidas entre 6 y 13 años, les asaltaron y maniataron mientras colocaban explosivos por toda la casa. El chalet de los Klein voló en pedazos con la familia dentro. Un año antes habían volado la casa del almirante Armando Lambruschini matando a su hija Paula de 15 años.
«Cada compañero debe tener en claro que cuando ejerce la violencia realiza un acto de justicia, ya que es justa la guerra revolucionaria que libra pues su objetivo es lograr la liberación nacional y social de su pueblo. Para nosotros, la violencia es una forma más de acción política y está dirigida contra el enemigo que la ejerce contra el pueblo», se afirmaba en un documento de Montoneros.
Competían en salvajismo con otros terroristas peronistas, los Uturuncos, que volaron la casa del militar David René Cabrera, también con un matrimonio y sus cuatro hijos dentro, matando a Guillermina Cabrera de 3 años. Su fuente de financiación eran los secuestros. Solo por el de los hermanos Born cobraron 60 millones de dólares, botín que se llevaron a la Cuba de Castro y del que nunca más se supo.
Entre 1973 y 1975 las bandas terroristas consiguieron unos 80 millones de dólares mediante secuestros y se cobraron la vida de 702 personas a manos de los Montoneros (peronistas) y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Muchos ex montoneros como Nilda Garré de Abal Medina (ex ministra de Defensa), Miguel Bonasso (asesor presidencial), el periodista Horacio Verbitsky o Rafael Bielsa acabaron siendos altos cargos del Gobierno de Kirchner.
Tiene gracia que la bandera del kirchnerismo haya sido la de los derechos humanos, derechos que les negaron a sus víctimas a las que asesinaron impunemente. Desalojados del poder, hoy huyen con su botín a esconderse en conventos. Están entre nosotros.