Se dice que todos los humanos tenemos debilidad por algo o por alguien. Por muy fuerte que alguien presuma ser, siempre existe una némesis, algo que hace que perdamos en cierta medida el control. Los hay que no pueden vivir sin tener pareja, sin un automóvil de alta gama o, como es el caso que nos ocupa, sin probar las delicias gastronómicas.
Cuenta la sección ‘El Submarino’ de La Razón este 25 de junio de 2016 que cada persona, independientemente de su profesión, tiene sus debilidades y la clase política tampoco es una excepción.
Para muestra, a Albert Rivera le pierden los sobaos. Evidentemente, la campaña electoral era para el candidato de C’s una oportunidad de oro para, a su paso por Cantabria, hacer un auténtico acopio de la bollería autóctona.
Y de ninguna de las maneras la dejó escapar en cuanto pisó la región. Faltaría más. El truco de Rivera para disfrutar en su casa de los sobaos durante los próximos meses es congelarlos. Y, de creer al joven líder político, se mantienen tiernos y frescos.