El partido quiso evitar que se publicase el supuesto romance de Iglesias con su asistente en el Parlamento europeo

Los modos estalinistas de Podemos para censurar el tórrido ‘affaire’ de Pablo Iglesias con su ayudante

"No colaboraremos más con vuestro medio si no quitáis esa información", se le advirtió a El Economista

Sus gestiones no habían sido precisamente un éxito, ya que otros medios se recrearon en el romance de Pablo Iglesias durante los siguientes días

La dirección de Podemos presionó y amenazó a los responsables de cinco medios de comunicación para que ocultaran una noticia sobre una secreta relación sentimental de Pablo Iglesias.

El propio Iglesias participó en estas gestiones ante el director adjunto del diario La Vanguardia, Enric Juliana.

En otros casos, los responsables de comunicación de Podemos advirtieron a directivos de varios medios que si no retiraban la noticia, el partido no les concedería más entrevistas con sus cargos públicos.

La revista digital Vanitatis publicó el 26 de marzo de 2015 un reportaje titulado «Marroquí, politóloga y de 25 años, así es la amiga de Pablo Iglesias en Bruselas».

La información sugería que el líder de Podemos mantenía una relación sentimental con la joven Dina Bousselham, a la que había fichado como asistente en el Parlamento europeo, después de que fuera su alumna en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense.

«En el Parlamento todo el mundo habla de la estrecha relación entre Pablo Iglesias y su asistente», declaraba uno de los testimonios recogidos en el reportaje, del que en seguida se hicieron eco otros medios.

Tan sólo un mes antes, Pablo Iglesias y Tania Sánchez habían anunciado su ruptura en la red social Facebook.

A última hora de la tarde, la jefa de prensa de Pablo Iglesias, Laura Casielles, remitió a la dirección de Podemos un informe (pulse para verlo completo) en el que explicaba las gestiones que había realizado a lo largo de todo el día para intentar que cinco medios retiraran la noticia de sus ediciones digitales.

En primer lugar, la jefa de prensa de Pablo Iglesias se puso en contacto con el director adjunto de La Vanguardia Albert Gimeno.

En su informe, que hoy publica OKDIARIO, explica que la gestión había sido infructuosa:

«Conversación en bucle en la que se escuda en que se limitan a citar a otro medio (Vanitatis)… La conversación se cierra diciendo que va a añadir al artículo que fuentes del partido ni confirman ni desmienten. Le digo que no lo haga».

La jefa de prensa de Podemos sólo logró que La Vanguardia modificara el titular planteándolo entre interrogaciones:

«Dina Bousselham, ¿la nueva amiga de Pablo Iglesias?»

A continuación, la responsable de prensa de Podemos se dirigió a Juanjo Santacana, director adjunto de El Economista, que también había publicado la noticia.

Esta vez, Laura Casielles intentó mostrarse más contundente y advirtió al periodista que Podemos dejaría de colaborar con su medio si no retiraba la información.

Según explica en su informe, Santacana «dice que se ha rebajado el tono del titular (que pasa a ser «La amistad entre Pablo Iglesias y su asistente se consolidó en el espacio ‘La Tuerka'») y se escuda en que no es una noticia, sino un comentario fresco, divertido.

Se le aclara que no tiene nada de fresco ni de divertido difamar a una persona de nuestro equipo y que dada esta falta de rigor hace que nos replanteemos trabajar con ellos en nada más».

Puesto que el director adjunto de El Economista se negó a retirar la noticia, la jefa de comunicación de Pablo Iglesias decidió poner en marcha las represalias y ordenó cancelar la entrevista que Podemos había concedido a este medio con José Manuel López, que en aquel momento era su candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

«Para el viernes hay prevista una entrevista con José Manuel López: se inician las gestiones para anularla».

La jefa de prensa también recurrió a las amenazas ante la redactora de la revista Vanitatis que había escrito la historia del supuesto romance de Pablo Iglesias.

«No hay nada que hacer», explica el informe, ya que la periodista «se escuda en: dime una sola frase en la que afirme algo. Se le dice que esta actitud hace que no pensemos concederles nada más. Se muestra indignada y dice que lo transmitirá al director, pero que tal amenaza le parece una vergüenza».

A media mañana, otro diario digital, Qué!, se hizo eco de la historia, con un reportaje titulado «Dina Bousselham, la amiga especial de Pablo Iglesias». La jefa de prensa de Podemos explica que, tras sus gestiones, este medio «al final recoge que el partido lo niega: no se puede hacer más, teniendo en cuenta que es un medio sensacionalista».

A continuación, el gabinete de prensa de Podemos detectó que El Economista también había recogido la noticia en su portal de televisión, Ecoteuve. «Se llama de nuevo a Santacana para ver si nos toma por tontos», explica Laura Casielles en su informe dirigido a la dirección del partido, «afirma que se va a modificar. Se insiste en que lo adecuado sería retirar ambas» noticias.

El informe que la jefa de prensa de Pablo Iglesias remitió a la dirección de Podemos
El propio Pablo Iglesias se implicó personalmente en estas gestiones y pidió al director adjunto y jefe de la delegación de La Vanguardia en Madrid, Enric Juliana, que su medio retirara la noticia. 

«Continúan las gestiones con La Vanguardia», señala el informe, «PI habla con Juliana. Se habla con la corresponsal en Bruselas, Beatriz Navarro, que nos alienta a mandar un desmentido. Lo desestimamos para no alimentar la noticia».

Mientras tanto, la historia sobre el romance del líder de Podemos seguía extendiéndose a otros medios como un reguero de pólvora. El departamento de prensa del partido detectó que también se había hecho eco de la noticia un periódico de Asturias, El Comercio.

«Comunico al responsable de prensa de Asturias», escribe Casiello, «la situación y las decisiones que se están tomando, para que lo tengan en cuenta sin que sea una injerencia allí. Habla con su contacto en el medio y le comunica que como sigan así ya se pueden olvidar de entrevistar a los pesos pesados de Madrid que vengan a actos de la campaña autonómica asturiana». De nuevo, las amenazas a los periodistas.

A las 5 de la tarde, la jefa de prensa de Pablo Iglesias informaba:

«Tras tres horas sin nuevas noticias, consideramos que el asunto se ha parado. Pero puede rebrotar en cualquier momento. Mantenemos la atención. No se ha conseguido que ningún medio retire la noticia, sólo que rebajen el tono. El resultado, por tanto, es mejorable».

Durante el resto de la semana, la responsable de comunicación de Podemos realizó un seguimiento especial de este asunto, por considerar que podía afectar a la imagen de su líder en plena precampaña de las elecciones municipales y autonómicas del 24M.

Sus gestiones no habían sido precisamente un éxito, ya que otros medios se recrearon en el romance de Pablo Iglesias durante los siguientes días. No sólo en España, sino también en Marruecos.

En su informe final, redactado el 30 de marzo, Laura Casielles constató con cierta alarma que otro medio, El Periódico de Cataluña, sugería otras supuestas relaciones del líder de Podemos con la eurodiputada Marisa Matías y con Irene Montero, su jefa de gabinete, con la que se le vincula actualmente.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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