A 'Coleta Morada' le crecen hasta los enanos en su círco político

Un expulsado de Podemos implica a Pablo Iglesias en un turbio asunto de espionaje

Los problemas crecen entre los morados. Los represaliados del “régimen pablista” rompen su silencio y cuentan los peores secretos orgánicos y forma de hacer política: espiar a gente de IU.

"Donald Trump es siniestro, repugnante y repulsivo, pero Pablo Iglesias dijo que azotaría a Mariló y aquí no pasó nada"

«¡La única división en Podemos es entre los de arriba y los de abajo, no entre pablistas y errejonistas!».

Así se pronuncia José Manuel Chemita Guillén, líder de una treintena de militantes de Podemos purgados por la dirección de Extremadura por orden de la de Madrid, el pasado lunes («Donald Trump es siniestro, repugnante y repulsivo, pero Pablo Iglesias dijo que azotaría a Mariló y aquí no pasó nada»).

Guillén denuncia al mencionado diario que se les ha abierto un expediente de suspensión temporal de militancia por haber mostrado sus posiciones críticas con la dirección del partido en la región y que, además, todo ha venido después de haber sido obligado por el secretario de Organización podemita en Extremadura, Julián Macías, a espiar a otros compañeros (Bronca nacional por el 12-O: «Iglesias y Carmena se avergüenzan de ser españoles» ).

El relato continua así.

«Creemos que Podemos es un fraude; llevamos dos años siendo acosados por ellos, por ser críticos con las malas prácticas de la organización».

Y concluye señalando a la dirección de Pablo Iglesias:

«Esto nos pasa porque nosotros denunciamos las mismas malas practicas que ellos denuncian en otros partidos como PP».

Guillén confiesa en la información, refrendada por varias capturas de mensajes y de audio, él no es el único que ha sido obligado a ejercer de «espía» en las plataformas de comunicación móvil de otras alas del partido para facilitar información privilegiada a Macías (Iglesias ofrece su apoyo al independentista Homs y reitera su defensa del referéndum en Cataluña).

Quien fue responsable de campaña de Podemos Extremadura asegura que tuvo que permanecer de manera silente en el grupo de mensajería de una facción cuyos integrantes eran ex miembros de IU y de la Plataforma Antidesahucios.

La orden del secretario de Organización era hacer pantallazos de las conversaciones para darle toda la información acerca de los asuntos que se trataban en sus chats de Telegram (Ana Pastor le perdona la vida a un Pablo Iglesias que sigue sin asumir su culpa por la debacle del 26-J).

¿Qué dirá de todo esto Alberto Garzón? Como prueba, Guillén aporta capturas de sus conversaciones, en las que Julián Macías le anima a seguir en el chat, le aconseja pasar desapercibido y le conmina a reenviarle el contenido de las conversaciones, a la vez que le pregunta los datos de las personas que lo integran.

Detalla la noticia que todo explotó el lunes, precisamente el mismo día que daba comienzo la recogida de avales para las inminentes elecciones primarias con el objetivo de que no puedan presentar candidatura alternativa:

«Tienen miedo de que ganemos y por eso nos apartan».

Entonces, según los críticos, la dirección de Madrid los dio por expulsados y les impidió recabar apoyos entre los militantes descontentos con el secretario regional de Podemos, Álvaro Jaén y su número dos, Julián Macías.

El propio Macías que había obligado a Chemita Guillén, ahora líder de los críticos a ejercer de «espía» se apoyaba en un supuesto expediente de la Comisión de Garantías Democráticas de Madrid para, a través del Consejo de Coordinación, suspenderlos.

Macías le daba instrucciones a Guillén explicándole cómo debía proceder, no participando en las conversaciones, y siendo «cauteloso» con la información recabada:

«Es bueno tener la información, pero no siempre compartirla y menos en grupos de Telegram abiertos donde no sabes quiénes están».

El día de la purga

Cuenta OKdiario que todo había comenzado el pasado 27 de julio. En esas fechas, una treintena de inscritos en Podemos Extremadura elaboraba un manifiesto en el que denunciaba la «poca transparencia» del partido en la región. En el texto calificaban a su secretario general de «inoperante y antidemocrático».

Lejos de ser escuchados en sus quejas y en su «ejercicio de libertad de expresión», lo que recibieron como respuesta fue un expediente de expulsión temporal del partido.

Además, aseguran que la notificación oficial de su expediente no les llegó hasta mes y medio después de haberse enterado informalmente a través de un mensaje de Telegram.

Chemita Guillén, quien fue responsable juvenil de la formación morada en Extremadura, subraya que la figura de «suspensión cautelar» no existe ni está recogida en los estatutos de Podemos.

Señala a la dirección regional y a la de Pablo Iglesias en Madrid, al asegurar que han sido purgados del partido «de manera irregular» después de expresar públicamente sus críticas y descontento con Álvaro Jaén, secretario del partido en la región, porque el Consejo de Coordinación «no tiene competencias para esa decisión».

Poco después el grupo de críticos fue expulsado 6 meses de Podemos, curiosamente poco antes de la celebración de unas primarias a las que iban a concurrir.

Por ello, termina la denuncia, «ha sido un fraude electoral para que no nos presentemos a la primarias porque temen que las ganemos». Además, Guillén acusa al que ha sido su partido de no haber respetado «la presunción de inocencia», directamente se les ha «culpado».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído