«Cría cuervos, que te sacarán los ojos». Así reza un refrán castellano que es perfectamente aplicable a Margartita Robles.
La socialista fue puesta en las listas del partido por el hoy defenestrado Pedro Sánchez tanto en la convocatoria del 20 de diciembre de 2015 como en la del 26 de junio de 2016. Ella siempre se había mantenido muy leal al entonces secretario general de Ferraz y hasta optó por romper la disciplina de grupo, desoyendo el mandato de la gestora socialista, votando que no a Rajoy.
Sin embargo, vista la purga que Javier Fernández, presidente del órgano gestor ha comenzado a practicar con todos los disidentes, Robles ha virado el rumbo y no es que se aproxime, es que está del todo arrimada al escaño que más calienta.
Según la pizpireta y equilibrista diputada del PSOE:
Ahora hay que pasar página, trabajar unidos y superar las diferencias para hacer una oposición seria y rigurosa. A eso es a lo que hay estar.
Y a todo esto, Sánchez sigue de viaje en algún lugar ignoto de España o de Europa.