Gabriel Rufián no tiene enmienda ni propósito de tenerla. El político de ERC, conocido por ser un separatista de campeonato, ha vuelto a dar una muestra de su sectarismo más rancio en una entrevista concedida al programa ‘Otra vuelta de Tuerka’, que presenta Pablo Iglesias.
Rufián le revelaba al presentador podemita una confidencia personal que dejaba al descubierto hasta qué punto se puede politizar todo en esta vida…y hasta en la de los muertos.
Según el de ERC, a su abuelo, un albañil republicano que había emigrado de Cataluña en los primeros años del franquismo, hubo que enterrarle en otro lugar del cementerio distinto al previsto porque en éste había enterrado una persona que se apellidaba Aznar. ¡Delicioso!
Decía Rufían que:
Mi abuelo tenía mucho miedo a una victoria de José María Aznar y del PP en las elecciones generales de 1996. La casualidad hizo que falleciese a los 68 años de un ataque fulminante al corazón unos meses antes y cuando lo fuimos a enterrar nos dimos cuentas de que su vecino de nicho iba a ser un Aznar, que nada tenía que ver con el político.
Y remachaba
Al final la familia decidió cambiar al abuelo de nicho, aunque aquel señor, desde luego, no tenía culpa alguna.