No se dejen engañar. Pablo Iglesias e Íñigo Errejón no sólo han roto relaciones políticas tras el cónclave de Vistalegre 2 el 11 y 12 de febrero de 2017.
Ambos amigos ya ni siquiera se dirigen la palabra por mucho que hayan querido disimular y hacer un paripé que no había por donde cogerlo.
Es como aquella estampa más propia de un anuncio de El Corte Inglés en el que el líder de Podemos se daba un paseo a unos cientos de metros del Congreso de los Diputados con el entonces secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tratando de fingir buena sintonía. Nada de nada –Mayte Alcaraz se carcajea del paseo de Sánchez e Iglesias: «Eran el remedo de un vídeoclip de El Corte Inglés»-.
Y es que, tal y como cuenta este 18 de febrero de 2017, el diario La Razón en su sección ‘El Submarino’, lo del número uno y dos de Podemos es la historia de una amistad que quedó alanceada en Vistalegre 2 –Carlos Herrera sobre el beso entre Iglesias y Errejón: «Fue una tontuna y una cerdada»-.
El 14 de febrero de 2017 se citaron en el patio del Congreso para llegar juntos al hemiciclo en un intento de trasladar normalidad. Sin embargo, esa imagen sólo era de cara a la galería.
El 16 de febrero de 2017, apenas 48 horas después, Errejón se cruzó en dos ocasiones ante Iglesias en la cola de uno de los comedores de la Cámara Baja y se ignoraron como si fuesen dos completos desconocidos. No hubo siquiera un simple saludo.
Y estos mismos son los que hace unos meses se comían el morro delante de su televisión de referencia, laSexta. Vivir para creer…o para ser purgado –Pablo Iglesias e Iñigo Errejón se dan un sonado morreo… porque se lo pide el programa de Wyoming–
