Donde las dan, las toman. Y por pasarse de frenada, y de listo, se ha dado de bruces contra algo más que el famoso piso de protección oficial que defenestró la poca credibilidad que le quedaba. Es Ramón Espinar, flamante senador podemita y diputado en la Asamblea de Madrid, que se ha subido este miércoles 19 de abril de 2017 al tramabús del despropósito y el odio.
A bordo del mismo, el mentado se ha quejado de que «cada vez en nuestro país hay más rentas del capital y menos rentas del trabajo por que el PP no tiene modelo de país». Y, en Twitter, ha recibido cumplida respuesta:
@ahorapodemos @RamonEspinar cuando hablas de rentas del capital son las que obtuviste vendiendo tu piso?
— Pablo Haro Urquizar (@pabloharour) 19 de abril de 2017
@ahorapodemos @RamonEspinar Comprar pisos de protección oficial y venderlos con jugosa plusvalía no es una renta del trabajo. Ya nos contarás…
— UmpaLumpiteco (@UmpaLumpiteco) 19 de abril de 2017
No parece Espinar el dirigente de Podemos más apropiado para desmontar los manejos de la supuesta casta y así se lo están recordando en las redes sociales y entre las bases del partido, que han vuelto a arder con la presencia de su líder en Madrid en un autobús que lleva las imágenes de Miguel Blesa y Rodrigo Rato por el caso de las tarjetas black de Caja Madrid pero no la de su padre, consejero de la entidad y condenado por la Audiencia Nacional en la misma causa. Cabe recordar que Ramón Espinar padre fue condenado a un año de cárcel por apropiación indebida al gastar con su tarjeta opaca 178.400 euros en lujo y viajes.
La reaparición de Espinar se produce además tras su última polémica, protagonizada durante las vacaciones de Semana Santa, cuando inmortalizó y subió a Instagram una mariscada de la que disfrutaba. Visto el revuelo, incluso entre los suyos, eliminó la fotografía pero quedó rastro de su «vidorra» de casta.
Espinar, que ya protagonizó otra enorme polémica al vender -con beneficio incluido por plusvalías- su vivienda de protección oficial, desató las iras de sus bases cuando se hizo un selfie en el Hotel Ritz junto a la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta.
Paradójicamente, ambos compartieron un desayuno, sonrientes, con empresarios y dirigentes del IBEX 35, los mismos contra quienes está dirigido el polémico tramabús. La imagen desató un auténtico terremoto en los círculos del partido morado:
La última incoherencia en la que fue cazado Espinar tuvo lugar recientemente en el Senado. El portavoz de Podemos fue pillado en el comedor consumiendo dos coca-colas tras haber reclamado a la Mesa de la Cámara que boicoteara a la marca por el conflicto laboral en su planta de Fuenlabrada.
En los últimos días, la acumulación de cargos de Espinar -diputado en la Asamblea de Madrid, senador y secretario general de Podemos Madrid- ha desatado una guerra interna en los círculos. Hace una semana, el Consejo Ciudadano de Podemos aprobaba un reglamento de incompatibilidades que limita a dos, uno institucional y otro orgánico, los cargos de los dirigentes. Sin embargo, Pablo Iglesias y Pablo Echenique le han indultado.