Lo tienen muy claro. Ya lo advertía en 2014 el diputado de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) Joan Tardà, en una entrevista a TVE: «Cuando logremos que se proclame la república de Cataluña seguiremos viniendo al Parlamento español porque hay dos territorios, el País Valencià y Baleares, que forman parte de los Países Catalanes, que seguirán siendo territorio del Estado español». (El ‘selfie’ donde se retrata un rabioso Rufián tras la manifestación por España).
Hoy, tres años y medio después, el parlamentario mantiene su acta y el sueldo en la Cámara Baja, al igual que el portavoz de su grupo, Gabriel Rufián, que tanto se queja de España pero no rechaza los 6.500 euros mensuales que le ingresan por trabajar en la Cámara Baja. (Twitter le mete un imperial repaso al ‘bien pagado’ de Gabriel Rufián por ‘bocachancla’ e incoherente)
O sea, que no dejarán de dar la vara hasta «lograr la independencia de Valencia y Baleares». Lo cierto es que lo tienen muy complicado, puesto que en la Comunidad Valenciana, más del 90 de la población rechaza esta posibilidad e incluso los catalanistas son perseguidos por la ciudadanía valenciana y son vistos como traidores hacia el pueblo valenciano.
En Baleares, también se rechaza la posibilidad de formar los Países Catalanes.
