Lo ha contado en plan literario en ‘El Periódico de Cataluña‘ este domingo 4 de febrero de 2018, con frases cortas y efectistas que pretenden poner los pelos de punta, los mismos que se le han puesto a él al ver emerger desde las sombras del penal de Estremera a Oriol Junqueras, su héroe. (La desafiante respuesta de Rufián tras los SMS del ‘descolgado’ Puigdemont).
La visita al reo durante su especial viaje a Madrid, le deperaba según cuenta una sorpresa. (Un infantil Gabriel Rufián provoca risotadas en Twitter con su ridícula carta a ‘Lloriqueras’ Junqueras).
Y es que el diputado de ERC, amén de describir hasta hacerse pesado los instantes previos a su entrada en el centro penitenciario, se topó con una figura que le costó reconocer:
«Una voz por megafonía recita apellidos que asigna a cabinas. «Junqueras la 2″. Una silueta con una parca de monte negra ríe y habla en la puerta con alguien. Un metro cuadrado de metal acristalado con tres sillas de plástico. Somos cuatro. Nos turnaremos para acercarnos al micro. La silueta se gira y es Junqueras. 100 días después cuesta reconocerle. Conmociona. Tras seis horas de coche convenciéndote de que el de los ánimos y la buena cara debes ser tú, en un segundo te das cuenta de que no lo serás. Más delgado, más moreno, más fuerte. Sonríe y no lo dejará de hacer en 40 minutos».
Y sigue con su triste cantinela, pasándose tres pueblos:
«Ponemos nuestras manos en el cristal sucio. Recuerdo los abrazos que nos dimos. Política, deporte, lectura, cartas y 20 «cuidad de la familia». Su luz es tan intensa que dejas de ver la oscuridad que hay. Un gigante que no cabe en siete cárceles. 100 días sin sus hijos y ni un reproche para nada ni nadie. Historia viva».
El pobre Junqueras…