Les ha dado para el pelo, a pesar de no ir muy sobrado, aunque sí lo está en Historia. El discurso del diputado del PSOE Gregorio Cámara, catedrático de Derecho Constitucional, ha desmontado en pocos minutos las falacias de Tardá, de la portavoz de Bildu, Marian Beitialarrangotia, y de paso de la representante de Podemos, Yolanda Díaz. (Así parte en dos un desconocido diputado catalán a Tardà por hacerse el chulo de la verbena).
Ha ocurrido este martes 20 de marzo de 2018 en el Congreso, debido a una proposición de ley de Esquerra, Podemos, PDeCAT, PNV y Bildu que pretendía reformar la Ley de Amnistía para que se puedan juzgar crímenes del franquismo.
? #EnDirecto Comienza la exposición de la propuesta de @Esquerra_ERC y el Grupo Mixto (@ehbilducongreso) para modificar la ley de #Amnistía. ?https://t.co/AJEORhjsrF ?https://t.co/NmPdeINCeS
— Congreso (@Congreso_Es) 20 de marzo de 2018
El varapalo a los mentados por su parte y la de otros grupos que han propiciado que la propuesta revisionista haya sido tumbada gracias a los votos de PP, PSOE y Ciudadanos-, ha dejado sin habla el portavoz de ERC, Joan Tardà, quien habpia asegurado que
«tomamos la palabra llenos de indignación y tristeza ante las miles de víctimas que desde hace años trabajan por romper el modelo español de impunidad. El caso español es anómalo, singular, no tiene parangón»,
defendiendo la «anulación» de la, a su juicio, «aberrante» Ley de Amnistía.
En la misma línea se habóa posicionado la representante de Podemos, Yolanda Díaz, que habló de «vulneración de los derechos humanos»:
«Esta ley iguala a asesinos y a víctimas, nos dice que es lo mismo el torturador que los torturados».
Gregorio Cámara puso los puntos sobre las íes:
«Esta no fue una ley de punto y final como nos quieren hacer creer determinados grupos políticos en su intento por tergiversar la Historia, fue obra de esperanza para la reconciliación de un pueblo.
En el 77, en estos escaños se sentaron Nicolás Redondo, Dolores Ibárruri, Rafael Alberti, Peces-Barba, Carrillo o Enrique Tierno. ¿De verdad creen que estas personas eran vicarias de élites aggiornadas del franquismo? Manifiestamente, no».
