Se puede decir más alto pero no más claro. La ex socialista Martu Garrote ha hecho honor a su apellido y se ha dirigido con esta contundencia a Pedro Sánchez: que haga lo que quiera pero «que no nos tome por gilipollas», ha dicho.
El tuit de Garrote es viral. Está a punto de alcanzar los 1000 retuits, cifra que sobrepasaba con la solvencia con los ‘like’.
Que Pedro enchufe su señora, coloque a toda su ejecutiva, a los amigos de la infancia, que cambie las cortinas de Moncloa o coja el helicoptero para ir a la compra PERO QUE NO NOS TOME POR GILIPOLLAS, por favor.
— Martu Garrote (@martuniki) 8 de agosto de 2018
Y es que la llegada estelar de la mujer del presidente de gobierno al Instituto de Empresa está dando mucho de sí.–A Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, la ‘enchufan’ ahora en el Instituto de Empresa—
El Gobierno Sánchez firmó en junio un convenio con la fundación donde ha ‘enchufado’ a su mujer.–El viejo tuit de Pedro Sánchez que avergüenza al presidente socialista y arruina el fichaje de su esposa —
Se conoce popularmente como ‘Enchufes Pedro Sánchez S.L‘ y está demostrando ser, a pesar de su corta trayectoria, uno de los negocios más boyantes, productivos y rentable de España.–‘Enchufes Pedro Sánchez S.L’: Begoña Gómez dispara su carrera en paralelo al poder de su marido—
Lo ha dicho, sin cortarse un pelo, alguien como el presidente de Ciudadanos.
Y también lo denuncian desde el PP o desde otras latitudes políticas nada sospechosas.
No se puede pasar por alto que el socialista Sánchez atacó a Juan José Güemes por entrar por la ‘puerta giratoria’ en el mismo Instituto de Empresa (IE) que ahora coloca a su mujer.
Lo hizo en 2013, cuando el que fuera consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid en época de Esperanza Aguirre ascendía dentro de la estructura de la Universidad IE totalmente al margen ya de cualquier relación política.
Pedro Sánchez ha activado las puertas giratorias que prometió eliminar. De su cambio de postura se ha beneficiado nada menos que su mujer.
Irresponsable ella, que acepta un cargo a medida que pone en entredicho su valía profesional por el evidente enchufazo en el Instituto de Empresa (IE).
Irresponsable él, que compromete la credibilidad de su posición como presidente del Gobierno.
Parece mentira que el jefe del Ejecutivo sea tan inconsciente de permitir que su pareja dirija una fundación que recibirá fondos públicos. Ética en la vida pública, lo llamaban los padres atenienses de la democracia. Puro sentido común, por ser más prosaicos. En cualquier caso, la ejemplaridad brilla por su ausencia en La Moncloa.