Sólo faltaba. Pablo Casado ha pueste en su sitio a través de las redes sociales al etarra Arnaldo Otegi después de que el dirigente batasuno le acusara en una entrevista de hacer política «incendiaria» y buscar el «enfrentamiento».
La respuesta del joven presidente del Partido Popular al exabrupto de quien ha sido uno de los sicarios más destacados de la banda asesina ETA, no deja resquicio a la duda:
El mundo al revés. Me acusa de hacer política “incendiaria” un terrorista de la banda que asesinó a 854 inocentes, mutiló, secuestró, extorsionó y expulsó de su tierra a miles de vascos. Siempre defenderé a las víctimas y combatiré al terrorismo y sus adláteres, pese a quien pese https://t.co/LqcE2uhV16
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) 19 de agosto de 2018
Ésta ha sido su respuesta a una entrevista de Otegi con Europa Press, donde el coordinador general de EH Bildu, carga contra PP y Ciudadanos por condicionar, a su juicio, la política penitenciaria del Gobierno de Pedro Sánchez, al que la formación proetarra respaldó en la moción de censura contra Mariano Rajoy.
«Estamos viendo cómo, desesperadamente, el señor Casado se pasea por las ciudades de nuestro país buscando algún tipo de enfrentamiento porque eso parece ser que construye una cierta épica del Ebro para abajo y da votos. Yo creo que se equivocan, pero ellos siguen pensando que determinados temas son para hacer oposición y que fortalecen sus posiciones electorales».
El pasado 5 de agosto, Casado recibió el acoso de un grupo de proetarras durante su visita a las fiestas de Vitoria.
Como ya ocurriera durante las primarias del PP cuando se desplazó a Pamplona, Casado volvió a sentir en primera persona la intimidación de los radicales.
En una céntrica calle de la capital alavesa abarrotada de gente con motivo de las fiestas, el líder de los populares fue insultado por decenas de batasunos, que le pitaron, le llamaron «asesino» y le emplazaron a «irse» del País Vasco.
Este acoso tuvo lugar mientras Casado atendía a los medios de comunicación y exigía al Ejecutivo socialista que no consintiera ningún homenaje al sanguinario etarra Santi Potros, que salió aquel día de la cárcel de Topas (Salamanca).
