Se las saben todas y quiza se lo veían venir. El caso es que tras el amago de preparar las maletas a todo meter antes de recibir una patada en el culo por todo lo legal, ambas ya tienen un as en la manga que puede hacerles ganar la partida. (Marta Rovira se pone a dieta de butifarra y Anna Gabriel prepara con desgana las maletas).
Y es que el consejero de Exteriores, Ernest Maragall, está a punto de reabrir la embajada de la Generalitat en Ginebra. Así, el vicepresidente catalán y consejero de Economía, Pere Aragonés, el más próximo colaborador de Marta Rovira en ERC hasta su huida, tendrá las manos libres para disponer de los recursos públicos y destinarlos donde quiera, Anna Gabriel incluida. (La flamenca respuesta de Anna Gabriel cuando le preguntan por qué vive como una millonaria en Suiza).
Los partidos constitucionalistas del Parlament están de esta forma en alerta. (La patada en el culo que prepara Suiza para las rufianas Anna Gabriel y Marta Rovira).
Tal y como recuerda ‘EsDiario‘, Gabriel y Rovira recibieron el sábado la llamada Flama del Canigó, la tradicional llama símbolo del catalanismo que se utiliza para iluminar las hogueras de San Juan. (La cochinada del marido de Marta Rovira con una rufiana para que se fugara).
En esta edición, Òmnium decidió trasladarla también a Hamburgo, donde está el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont; Bruselas, donde están los exconsellers Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig; Ginebra, donde están Gabriel y Rovira; y Edimburgo, donde está la exconsellera Clara Ponsatí.
Pero Gabriel y Rovira afrontan una necesidad más imperiosa: un trabajo y unos ingresos que les permitan vivir legalmente en Suiza, cuyos requisitos jurídicos son mucho más estrictos que en España. De hecho, a la exdiputada de la CUP se le acabó el plazo el pasado 20 de mayo. Se cumplieron tres meses desde que huyó a Suiza, el tiempo máximo que las autoridades suizas permiten a los ciudadanos de la UE estar en su país sin regularizar su situación.
Para quedarse, Gabriel necesita un permiso de residencia e inscribirse en el registro municipal correspondiente, el de Ginebra en este caso. Y para ambas cosas necesita acreditar que tiene trabajo o, como poco, «medios financieros suficientes para no tener que recurrir a la asistencia social durante su estancia». Situación similar a la que se encuentra Rovira.
Ciudadanos y el PP catalán van a estar muy vigilantes ante el previsible trato de favor que van a recibir las mentadas del nuevo Govern de Quim Torra. Sospechan que ambas van a recibir empleo y sueldo a cargo de todos los catalanes.
Arcadi Espada estalla por la fugada Anna Gabriel
