Los vecinos del Coll d’en Rebassa denuncian la degradación que está sufriendo este lugar privilegiado
El Grupo Municipal PSIB-PSOE denuncia el estado de abandono en el que se encuentra la Torre d’en Pau, el antiguo fortín ubicado en el Coll d’en Rebassa, que funciona como parque municipal abierto al público durante todo el día.
El parque ha sido objeto de actos vandálicos y se ha forzado las entradas que se habían tapiado con cemento a los sótanos de la antigua fortificación, donde todo indica que se han celebrado fiestas ilegales y se pueden encontrar colchones, basura, cristales y jeringuillas, todo ello en una zona de fácil acceso para el público en general.
Los regidores socialistas Maribel González y Antonio Donaire han visitado esta mañana la Torre d’en Pau para comprobar las denuncias realizadas por vecinos de la zona, preocupados por la degradación que está sufriendo este espacio libre público, ubicado en un lugar privilegiado.
FALTA DE INTERÉS
«Lamentamos el abandono y la falta de interés por el patrimonio histórico y por la seguridad de los usuarios del parque que está demostrando el gobierno del PP» explica la regidora Maribel González, para quien la Torre d’en Pau es un ejemplo de «inacción política, la inapetencia por lo público y la parálisis municipal».
La gestión de Torre d’en Pau fue recuperada por el Ayuntamiento de Palma en septiembre de 2007, después de la renuncia del Ministerio de Medio Ambiente, al que se cedió en 2001 para convertirlo en sede del patronato del parque nacional Marítimo Terrestre del archipiélago de Cabrera y en un centro de visitantes. Se trata de un proyecto frustrado cuando el Ministerio de Jaume Matas construyó el centro de visitantes en la Colònia de Sant Jordi, hoy también cerrado.
El parque municipal de Torre d’en Pau es uno de los espacios públicos más grandes de Palma con una superficie de 43.995 metros cuadrados. Se trata de una fortificación militar que fue construida entre 1892 y 1897. Desafectada de la actividad militar y puesta en venta en los años sesenta, fue adquirida por el Ajuntament de Palma en1975 e inaugurada como parque municipal en 1991.
300.000 EUROS A LA BASURA
Una vez recuperada la gestión en 2007, el Ayuntamiento lo mantuvo cerrado durante las obras de acondicionamiento, debido al mal estado en que se encontraba tras casi siete años de abandono por parte de Parques Nacionales. Entre otras actuaciones, fue necesario tapiar las rampas de acceso a los sótanos hasta disponer de un plan de usos para las instalaciones y sanear los pinos, que estaban afectados gravemente por la procesionaria. La inversión ascendió a 300.000 euros.
Hoy en día, el parque vuelve a mostrar signos de degradación, a pesar de que se encuentra abierto al público durante el día y se cierra por la noche. Ante las denuncias de los vecinos, el PSIB-PSOE ha denunciado en diversas ocasiones que se están produciendo actos vandálicos.
Así lo puso de manifiesto en la junta de distrito de Platja de Palma el pasado mes de septiembre. Sin embargo y, a pesar de tener constatación de los hechos, a través de los trabajadores municipales, la actuación del gobierno municipal ha sido nula.