"Yo no soy nadie para aceptar un honor de esta magnitud si la gente que me lo ha de dar no está totalmente de acuerdo en dármelo"
Rafa Nadal le ha echado en las últimas horas unas risas desde Miami al polémico tema de la propuesta para ser investido doctor honoris causa, por parte de la Universidad de las islas Baleares.
Y no lo hace con sorna, sino con cierto deje amargo al ver cómo se le ha metido sin quererlo ni beberlo en un follón de enormes visas mediáticas, propiciado por los dimes y diretes de un consell universitario que parece no aclararse, al menos en lo que a esto se refiere.
Desde Miami, y a preguntas de un periodista de ‘Ultima Hora Punto Radio‘, declaraciones que recoge IB3, el deportista afirma que
«Yo sólo quiero recibir un reconocimiento de estas características si hay unanimidad para querérmelo dar. Yo no soy nadie para aceptar un honor de esta magnitud si la gente que me lo ha de dar no está totalmente de acuerdo en dármelo».
Zanja de esta forma la ‘puntilla’ dada por el rector de la UIB, Llorenç Huguet, quien lamentó que la polémica generada haya provocado la renuncia del deportista a aceptar esta distinción, y que aceptó que las críticas por supuestos fallos en el procedimiento para la designación «enmascaran» las razones reales de la oposición a este doctorado honorífico.
LE «SABE MAL»
Nadal ha dejado claro que «le sabe mal» el asunto, aunque puntualiza:
«No tengo ninguna culpa de que me hayan propuesto para ser doctor honoris causa, aunque estoy igualmente agradecido a la UIB. A día de hoy es mejor renunciar, porque las cosas no se han desarrollado de la manera que favorece que este premio me sea otorgado. Si en el futuro hay acuerdo, bien, pero la vida me va muy bien sin ser doctor».
Como se recordará el rector de la UIB recibió este lunes 24 de marzo de 2014 un escrito del tenista en el que le comunicaba que renunciaba a la propuesta de concesión del doctorado honorífico, a causa de algunas opiniones críticas aparecidas sobre su nominación, que a juicio de Nadal habrían generado un estado de polémica y de debate mediático que «podría perjudicar a la institución docente».
El galardón fue propuesto en atención a sus méritos deportivos, y cómo no a los valores que ha transmitido a todas las generaciones a lo largo de su carrera como tenista.