(Patricio Downes) El cardenal Jorge Bergoglio llamó «decadentista» al Premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, quien esta semana aseguró que «la Argentina está desapareciendo». Pero, al mismo tiempo, cuestionó la «visión triunfalista» que caracteriza a los inflamados discursos que, a veces dos o tres veces por día en cadena nacional, lanza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin mencionarla, indicó que la gran deuda del paìs es erradicar la pobreza.
«Les confieso que me dolió, como argentino… Me dolió; respeto lo que dice esa persona, pero es mucho», dijo en un tono coloquial ante centenares de agentes de pastoral social de la Iglesia y de políticos de variopinta extracción ideológica.
«Me dolieron las declaraciones del Premio Nobel, hace menos de una semana, afirmando que ‘la Argentina tiende a desaparece’. Cuando leí eso, me dolió mucho. Es una visión decadentista. No nos podemos permitir eso», dijo el cardenal primado de la Argentina.
Agregó que «tampoco valen las visiones triunfalistas acríticas, que no perciben las problemáticas que todavía tenemos que resolver. Necesitamos un análisis sereno, reflexivo, profundo, acerca de donde estamos y hasta dónde podemos ir». Bergoglio habló ante políticos de diversos sectores, con ausencia de los «kirchneristas», al inaugurar la «XIII Jornada de Pastoral Social» de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
Pidió «reconciliación y proyecto, porque la Argentina de este segundo centenario se encuentra frente a grandes desafíos y también frente a un extraordinaria oportunidad. Eso aumenta la responsabilidad de los difrigentes y de la ciudadanía frente a la ocasión y al reto. No podemos segmentarnos en espacios. Nos encanta la fragmentación (a los argentinos)».
Fue entonces cuando, al repasar la historia social y política del país, cuando dijo que «la Argentina de este segundo centenario se encuentra en condiciones diferentes a la del primero: tenemos democracia, libertades, derechos sociales, se han desarrollado intensos procesos de inclusión política y social a lo largo del siglo XX, y en los últimos años se han ido profundizando procesos de integración en nuestra región neocultural y geo-estratégica que es América Latina».
«Por eso, no pueden imponerse visiones decadentistas que perciben la realidad como una continua degradación partiendo de un paraíso perdido», subrayó luego el cardenal. Enseguida mencionó con tristeza las frases dedicadas al país por el peruano Vargas Llosa.
Como publicaron diversos medios la semana pasada, reproducidos más tarde por la agencia EFE, el premio Nobel de Literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, renovó sus críticas al Gobierno argentino al señalar que la presidenta Cristina Fernández conduce una administración «corroída por la corrupción».
Según publican los principales diarios de Buenos Aires, el escritor y dirigente político dijo que «basta oír hablar» a Fernández «para saber lo que es el populismo y la democracia», mencionó la agencia española.
Vargas Llosa consideró que en un momento dado «Argentina era un ejemplo, una excepción a la regla en una América Latina llena de dictadores corrompidos, de mediocridades lamentables».
«Me apena mucho que, en ese sentido, Argentina está desapareciendo», señaló.
Insistió en que la jefa del Estado representa la «decadencia» de Argentina, a la que diferenció de cuando «era un país moderno, desarrollado y culto, que consiguió erradicar el analfabetismo en la época en que Europa estaba subdesarrollada».
«No estoy exagerando. Son críticas que hago desde la admiración y el cariño por un país que ha producido a Jorge Luis Borges, por ejemplo», matizó el ex candidato presidencial peruano.
«Argentina era una ventana al mundo de las ideas, del pensamiento, de las formas artísticas. Eso es también lo que debería ser en el campo político, como en un momento dado lo fue», añadió.
