Es un hombre que vive con gran austeridad, siguiendo el mandato evangélico que Jesús hace a sus discípulos cuando les envía en misión, de no llevar nada para el camino
(Luis Miguel Modino, corresponsal en Brasil).- Ser misionero es una dimensión que debe estar presente en la vida de cada bautizado. Cuando uno dedica su vida a la misión ad gentes todo eso se intensifica y podríamos decir que se hace más radical. Hoy quiero traer hasta aquí a uno de esos miles de hombres y mujeres que han dedicado su vida a la misión, André de Witte, obispo de Ruy Barbosa.
Podría decir que son dos los motivos de esto, el primero que en estos días está visitando a los misioneros españoles que en los últimos años han trabajado en su diócesis para agradecer a sus familiares, obispos y diócesis por su presencia misionera y el segundo que hoy se cumplen veinte años de su ordenación episcopal.
Nacido en Bélgica, estudió en el Seminario para América Latina de Lovaina y en los primeros años de su ministerio sacerdotal fue enviado a la diócesis de Alagoinhas, en el estado brasileño de Bahia, donde trabajó como misionero durante dieciocho años, para después serle confiada la misión episcopal, que ha llevado a cabo en los últimos veinte años en la diócesis de Ruy Barbosa.
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