El surgimiento de Bergoglio demuestra que el Espíritu Santo no ha muerto
(Jesús Bastante).-Alfredo Barahona viene desde la querida patria chilena. Claretiano seglar, defiende el postulado del Padre Mariano Avellana para ser canonizado, después de que el Papa Juan Pablo II lo declarara «verenable» por sus virtudes. Nos va a hablar de la situación de la Iglesia de Chile, confesando que lo que le pide a la primavera de Francisco para ella son buenos obispos: pastores, ilusionados y proféticos.
Yo nací en los minerales de cobre, en el Norte. Sé que has estado por todo el interior del país.
Un viaje fantástico del que conservo muchos amigos. Recuerdo la iglesia más antigua que fundaron los españoles en 1555. Una preciosidad. Pero hoy no vienes a hablarnos exactamente de estas cosas, sino de los claretianos de Chile. ¿Te denominas así?
Yo tengo la vanidad de definirme como misionero claretiano laico, porque no soy religioso pero sí claretiano… No soy el único. A nivel internacional los hay. Hay un grupo que se llama los seglares claretianos, y forman una parte grande de la familia claretiana mundial desde diferentes países.
Mi caso es un poco distinto, porque yo estoy mimetizado con los claretianos desde niño. Fui, incluso, seminarista hasta segundo de Teología, me quedé toda la vida con ellos y terminé siendo el «cura comodín».
¿Pero te casaste y formaste una familia?
Desgraciadamente, enviudé hace poco. Estuve casado hasta hace unos meses solamente, que falleció mi señora. Aquí estoy ahora, con una sonrisa.
Adelante, como nos gusta. Eres responsable de la revista Telar, que es trimestral y que nosotros desde Religión Digital también divulgamos.
Estoy muy agradecido de que publiquen los artículos.
También debe de ser uno de los pocos vicepostuladores a causas que es seglar.
Diría que soy el único seglar de los claretianos. Hemos tenido la oportunidad de reunirnos durante tres días con los de México, Colombia y cuatro provincias claretianas de aquí de España y yo he sido el único seglar.
¿Cómo te miran?
Como si fuera un claretiano más del lote. Me reciben en todas partes del mundo, no tengo cómo agradecerlo. Hasta el punto de que, si Dios quiere, de aquí a dos días me iré a Roma y me hospedaré en la Casa Generalicia. Estaré allí invitado una semana antes de volver a Chile.
¿Intentarás acercarte a alguna celebración del Papa Francisco?
Por supuesto. Cuando fuimos a tomar los pasajes, advertí que no quería volar el miércoles y perderme el encuentro del día 25.
Fantástico. Eres vicepostulador de la canonización del padre Mariano Avellana, misionero claretiano hispano-chileno.
Nacido cerca de Huesca, pero que pasó casi toda su vida en Chile. Yo siempre digo que llegó hasta en las células a ser más chileno que español, porque se fue de acá a los 29 años y murió cumplidos los sesenta. Si lo llegamos a beatificar, por esta diferencia será reconocido como chileno, claro, porque es Chile donde ha servido. Entregó su vida a Chile.
¿Quién es Mariano Avellana?
Fue un joven cualquiera que tuvo la ocasión sacerdotal pese a su carácter difícil (dicen que terrible). Le echaron del seminario en Huesca por rebelde, pero después volvió, se ordenó, y, entre tanto -estamos hablando de 1870 aproximadamente- uno de sus profesores, el padre Paulo, fue enviado a la primera fundación fuera de Chile donde los claretianos lograron darse a conocer y consolidarse. Seguramente se escribió con Mariano, que se había ordenado sacerdote el mismo día de la Revolución española del 68, donde mataron al primer padre claretiano mártir. Dos años después estaba ingresando en Francia -adonde habían salido la reina, sus hijos y tantos otros, por la desamortización- en un seminario de claretianos. Entró al noviciado en Francia el mismo año que murió Claret, y tras años después le mandaron con un grupo a esas tierras lejanísimas: a Chile. Para llegar se demoraron más de un mes dando toda la vuelta al continente americano. Pasando por el estrecho de Magallanes, subieron a Valparaíso, que queda frente a Santiago. Un trayecto increíble, porque no existía el Canal de Panamá.
Y los distintos climas, el vaivén del desierto al polo…
Hasta las nieves eternas del polo, por supuesto.
Llega a Chile y…
A los pocos días ya estaba predicando. Se había ido de acá con un propósito férreo como su voluntad: había dicho, de rodillas frente a su comunidad, que se iba y que volvería o santo o muerto. Tenía dureza aragonesa: con el genio que se gastaba, todos creerían que lo iba a cumplir. Efectivamente, a los pocos días estaba predicando, recorriendo esa angosta faja de miles de kilómetros que es Chile, con los precarísimos medios de transporte de la época, peinando todo también en sentido transversal, que es más estrecho. Corrió y no dejó rincón sin predicación, dedicando a cada misión unos diez días de media. Conociendo el total, salen veinte años de misión, habiendo vivido sólo una década más en Chile… ¿Descansó esos otros años? ¡Qué va, nunca! Esos días son los de los caminos entre las comunidades y los de sus visitas a los hospitales y a las cárceles. Fueron sus tres grandes amores: los presos, los enfermos y los más abandonados.
¿Por qué crees que debería ser declarado santo?
Ya es venerable. Porque, precisamente el Papa Juan Pablo II, declaró sus virtudes «heroicas»: la entrega sin límites a la voluntad de Dios, la predicación de la Palabra de Dios y la forma especialmente sacrificada de cumplir. Los últimos veinticinco años de su vida padeción un herpes que prácticamente le carcomió el bajo vientre y, con lo que se sufre, el hombre calló: ninguna queja. Dentro de esos veinte años, le salió una pequeña protuberancia en una pierna de la que brotaba sangre que había que parar. Llamaron a un médico pero no funcionó. Un hermanito que lo curó años después, dio testimonio en la causa de beatificación de que tenía una herida del tamaño de una mano abierta en el interior de la pierna, pero que seguía no sólo caminando, sino arrodillándose y cabalgando, porque para recorrer los rincones rurales de Chile, donde no había nada, era necesario ir sobre todo a caballo.
La forma como se modificó a sí mismo a partir de ese mal genio que tenía, de esa rebeldía, se recuerda a través de un par de anécdotas de él. Por ejemplo, a la vuelta del convento de los claretianos en Santiago, en un día de Resurrección, iba andando y se encontró con un par de borrachos. Estaban, cuchillo en mano, peleando. Los amigotes les azuzaban en círculo. Él se enfureció e increíblemente agarró a uno del cuello, lo subió y lo bajó… El tipo se le quitó de encima diciendo que a él no le pagaba nadie, y todos aplaudieron a Mariano. Pero cuando volvió a la comunidad, pese a ese carácter de Huesca que había mantenido, se preguntó por qué había hecho la misma barbaridad que había reprobado en ellos.
En otra oportunidad, estaba predicando a una señora que había tenido un bebé. Empezó a llorar sin parar y, ya sin paciencia, el que gritó que sacaran a ese becerro de ahí fue Mariano. En otra, iba en un barco de mala muerte hacia el norte, en un camarote de carga, y los de al lado se dieron seguramente cuenta de que iban allí unos curas y empezaron a lanzar improperios anticlericales. Se levantó Mariano, pegó una patada a la puerta del camarote y les amenazó con agarrarles del cuello y meterles en la caldera. Ése era su genio pero los que lo conocieron dijeron que no hubo, con el tiempo, hombre más cariñoso y generoso que Mariano.
Después de estas heroicas virtudes, ahora sólo falta el milagro para beatificarlo.
Se nos ha puesto pesado el milagro: llevamos ya más de cuarto de siglo y no ha aparecido. Me da rabia que hay beatos que en uno o dos años lo logran, y nosotros estamos esperando… El postulado siempre me escribe preguntando qué pasa con mis devotos del padre Mariano, que no les sale el milagro… Bueno, cuando Dios quiera. Mientras tanto, lo principal es difundir a Mariano. Porque para invocarlo, muchos tienen que empezar por conocerlo. Cuando interceda en una grave enfermedad o en un accidente, habrá muchas posibilidades.
La página web de la postulación es www.claretianos.cl/padremariano. Ahí podrán encontrar su biografía, su fotografía y otros detalles de lo que él fue y de lo que está siendo el proceso.
Así es. En estos días estamos modernizando la página web; el web-master me escribe todos los días y me dice que el cambio está a punto.
Lo de tener página web también es un milagro…moderno.
Exactamente, para poder mostrar toda la vida del Padre Mariano.
Chile está viviendo, a nivel eclesial, actualmente unas circunstancias complicadas. ¿Cómo las viviría el Padre Avellana? ¿Hay una cierta división en Chile tras el escándalo de abusos sexuales del Padre Fernando? Es inminente la toma de posesión de un nuevo obispo, Juan Barrios, en el sur de Chile, y algunos sectores le acusan de haber conocido esos abusos; de haberlos consentido de alguna manera, hasta el punto de que el Papa Francisco ha recibido a Barrios. ¿La designación podría detenerse? ¿Qué hay de realidad en todo esto?
En el país repercute mucho la situación de la Iglesia chilena, pero creo que algo tan grande se vive como Iglesia, no como Chile. Un socialista dijo que esto no podía ser, se vino a Europa y dejó en a embajada chilena una carta de indignación, para que le llegara al Papa, con una serie de firmas. Este monseñor, por cierto, formó parte de un grupo que el Padre Fernando tuvo durante años casi como suyo. Los tenía supuestamente como hijos, mandándoles a formarse al seminario diocesano de Santiago, donde eran considerados como la élite. Se les llamaba «El bosque de Karadima», ahora acaban de hacer una película sobre este «bosque» del Padre Karadima. Sale a la luz estos días.
Barrios también salió de esos grupos y, como recibían en la misma casa que Caradima, donde después fue denunciado por cometer los abusos, estos muchachos que le han acusado dicen que Barrios estaba ahí cuando sucedía todo. Veía que les toqueteaba y no decía nada.
¿Él que ha dicho?
No ha hablado nada.
Ha habido muchas opiniones distintas, pero él no ha hablado…
Al comienzo, cuando iban a procesar a Caradima, salió a defenderlo. Es lo único que ha hecho.
¿Esta situación le ha colado un gol al Papa?
Los claretianos también me han dicho que el Papa, siendo argentino, debió de conocerlo en su momento también… No sé si tan a fondo, a lo mejor sólo se saludaron en algunas reuniones sin conocerse más. Creo que fue más bien un error del nuncio. Estando todavía caliente el caso Caradima, ¿cómo no iba a averiguar el nuncio dónde se formó Barrios? El grupo de Caradima ya se había desperdigado, y muchos de ellos tenían candidatura…
Tuvo también un cargo castrense. ¿Obispo, auxiliar? Hoy hemos publicado un editorial de la revista chilena Reflexión y liberación que hablaba de que tal vez fue una maniobra del nuncio para sacarlo de las Fuerzas Armadas y colocarle en un sitio donde hiciera menos ruido.
Claro, pero donde se lo llevó hizo más ruido aún, no me parece que fuera una decisión muy acertada. Si era para sacarlo del lío, que lo llevara a un cargo administrativo, a la Curia Romana… Existe este axioma, que recuerdan siempre mis curas: promoveatur tu removeatur. No sé… Yo, humilde, modesto y laico, digo que me parece que no fue un error del Papa, sino del nuncio.
¿Y qué soluciones se pueden plantear a partir de ahora?
La mejor de todas sería que el propio afectado renunciara. Liberaría de muchos problemas también al Papa.
Se antoja complicado.
Pero es la solución que cae por su propio peso.
¿Qué posibilidades hay de que eso suceda?
No se sabe… Lo que está claro es que, si él asume, va a tener una situación inaguantable, porque la propia diócesis, desde que se enteró, está enormemente dividida, siendo muy pocos los que está con él.
Por lo demás, ¿cómo está la Iglesia chilena? Tenéis dos cardenales.
Sí, con dos visiones más o menos similares.
¿Ninguno apoya a Barrios?
Yo creo que ante una situación crítica son de la misma línea. Y hay un tercer cardenal, Jorge Medina, hombre del Vaticano, muy querido y muy anciano ya. No se mete en nada pero le tocó proclamar como camarlengo la elección de Benedicto XVI.
Allí estábamos, en la Plaza de San Pedro, en 2005. Es cierto. Se habla de que en Latinoamérica hubo un proceso, en Perú y otros países, de nombramiento de obispos muy conservadores. ¿Se ha vivido en Chile una situación así?
Los obispos de la talla profética se fueron hace años. Eran los del tiempo de Pablo VI. Fueron los que se plantaron en la dictadura de Pinochet a defender los Derechos Humanos encabezados por el cardenal Raúl Silva Enriquez. Era salesiano.
¿Cómo estáis viviendo desde el nombramiento de Bergoglio? Se acaban de cumplir dos años.
En una ilusión tremenda por la primavera que nace. Comenzando por nuestra revista Telar, muchas cosas no podían seguir así como estaban. El rumbo de la Iglesia iba cada vez a peor, era irracional. Y el surgimiento de Bergoglio fue la aparición del Espíritu Santo. Hay un despertar real en la Iglesia: se nota en todos lados.
¿Hasta dónde puede llegar esta revolución papal? ¿Cuáles crees que son los puntos fundamentales por los que tiene que pasar la renovación de la Iglesia?
En el caso chileno, diría que reaparecieran los obispos proféticos. Por lo que se ve hacer al Papa en otros lados, parece que por ahí vamos, así que ¡bendito sea el Señor si nos devuelve obispos que sean pastores! Hay curas con mucho valor que podrían traer a Chile una nueva primavera. Luego, a nivel mundial, la reforma de la Curia Romana es el cambio más importante: merecerá la pena su pontificado sólo por lograrlo. Pasará a la Historia por ello, aunque también por su estilo, su voz… ¿Te puedo contar una anécdota?
Cuenta, por supuesto.
Hace pocos días una periodista amiga mía entrevistó a un director de cine que se llama Sergio Hernández y también es actor. Hablaron de que se está haciendo una película sobre el Papa en la que él va a interpretar al Bergoglio de los últimos años, al Papa actual, porque habrá varios Bergoglios. Él respondió que es un honor extraordinario, que él no es un hombre de Iglesia activo pero se educó en el cristianismo, fue acólito en no sé dónde…y se ha dado a la tarea de mirar todo lo que el Papa hace y dice, sus gestos, etc, para hacerlo realista. La periodista le preguntó si el Papa sabe que van a hacer la película, y él explicó que el director, italo-argentino, fue un día a Santa Marta y, cuando el Papa terminó la misa, se acercó a contarle que iba a hacer una película de su vida. El Papa le miró y dijo: «Che, déjense de joder con películas».
¡De primera! No llega a Mariano Avellana, pero también tiene carácter.
Se lo dijo con ese carácter manso de los argentinos…
Tal vez se el Papa, por cierto, que beatifique a Mariano Avellana.
Si no lo beatifica él siendo argentino, ¡quién lo va a hacer! Pero fíjate: tampoco lo logramos cuando el prefecto era claretiano…
No lo lograríais porque depende del milagro… Tiempo al tiempo, pero esperamos vernos y que nos lo cuentes, claro.
Yo estoy permanentemente contando cosas y en contacto con ustedes. Les estoy mandando Telar.
Es muy interesante esa perspectiva de América Latina, tierra tan querida, y Chile, fantástica: vuelvo a tener razones para visitarla.
¿Por qué Telar? Porque Claret tejió telas, y luego las buenas noticias. Fue miembro de una familia de pequeños industriales del tejido. Sus padres tenían la ilusión de que él tomara la empresa, y luego él dice que tenía más telares en la cabeza que santos en la Iglesia por esa época. Iba pocas veces al templo antes de convertirse, según sus palabras.
…Los telares son parte importante de la orden claretiana.
Otros titulares:
·Mariano Avellana, nació en Huesca pero entregó su vida a Chile, a la Iglesia, al mundo
·Visitaba cárceles y hospitales y estuvo 20 años de misión dedicándole una decena de días a cada comunidad
·Era duro: no decía nada del dolor que padecía por una enfermedad que nunca se le curó
·Seguimos a la espera de que aparezca el milagro que lo consagre
·Dicen que con el tiempo no hubo hombre más manso que Mariano
·Barrios probablemente calló los abusos sexuales del Padre Karadima que presenció
·Fue error del nuncio no averiguar en qué grupo se había formado Barrios
.En tiempos de Pinochet, el cardenal Raúl Silva fue venerado en Chile por su defensa de los Derechos Humanos
·Le pido a la reforma de Bergoglio obispos proféticos para Chile