En 2002, durante la crisis y escándalos de abusos sexuales de parte de sacerdotes, llevó a un grupo de obispos de Estados Unidos que persuadieron a los funcionarios del Vaticano para expulsar más rápidamente a los culpables
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Este jueves culminaron los tres días de exequias en honor al cardenal Francis George con una misa de cuerpo presente para el medio día en la Catedral del Santo Nombre.
El funeral comenzó a las 7:30 am, con un servicio de oración abierto al público, posteriormente, la iglesia fue cerrada para realizar los preparativos para la misa de cuerpo presente.
A las 11:00 se volvieron a abrir las puertas para el funeral, y a las 12:00 comenzó el servicio religioso, al cual sólo asistieron quienes tuvieran boletos.
Tras la misa, el cuerpo del cardenal se trasladó al Cementerio de Todos los Santos en Des Plaines, donde, por petición propia, será enterrado en el panteón familiar. Este evento es, de nuevo, abierto al público.
La arquidiócesis solicitó a los fieles que, en vez de flores o presentes, hicieran donativos a las caridades favoritas del cardenal George, las cuales son Sacerdotes en Retiro y Asociación de Ayuda Mutua, y To Teach Who Christ is.
Los funerales del cardenal comenzaron desde el martes 21 de abril, y durante estos días se realizaron vigilias y misas especiales en memoria de George.
El cardenal de Chicago Francis George murió el 17 de abril luego de una intensa batalla contra el cáncer. Tenía 78 años. George fue nombrado en 1997 como cardenal convirtiéndose en líder de la iglesia católica en los Estados Unidos
En el 1998, el mismo Papa lo eleva a cardenal.
Entre el 2007 y el 2010 fungió como presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
En el 2005, George participó en el conclave que designó a Benedicto XVI como sucesor de Juan Pablo II, y de nueva cuenta en el 2013 participó en el nombramiento del Papa Francisco.
George fue diagnosticado con cáncer de vejiga en el 2006.
El 16 de enero del 2013 Francis George cumplió 75 años y formalmente presentó su renuncia al Papa Benedicto XXVI, quien no la aceptó.
En agosto del 2012 la Arquidiócesis anunció que el cáncer había regresado en sus riñones e hígado y que era necesaria quimioterapia.
En marzo del 2014 el cáncer regresó una vez más confinado a su riñón derecho.
En 2002, durante la crisis y escándalos de abusos sexuales de parte de sacerdotes, llevó a un grupo de obispos de Estados Unidos que persuadieron a los funcionarios del Vaticano para expulsar más rápidamente a los culpables.
(RD/Agencias)