El protocolo establece que la Iglesia católica tiene la responsabilidad de investigar cualquier denuncia de abusos a menores e informar posteriormente a la Sede Apostólica
La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) presentó hoy en Asunción un protocolo que servirá como guía de conducta para los miembros de la Iglesia católica en caso de denuncias de abusos a menores presuntamente perpetrados por sacerdotes.
El documento se enmarca en el compromiso de la CEP de proteger a los menores y «evitar los males que provienen de las graves faltas que algunos ministros de la Iglesia puedan cometer contra los más pequeños», según informaron los obispos a través de un comunicado.
El protocolo establece que la Iglesia católica tiene la responsabilidad de investigar cualquier denuncia de abusos a menores e informar posteriormente a la Sede Apostólica.
Dicho informe será luego tratado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que comunicará las indicaciones necesarias a cada jurisdicción correspondiente, de acuerdo con la CEP.
Según los obispos, la filosofía del documento bebe de las palabras del papa Francisco de que «no hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito».
«Al lanzar este documento, los obispos manifestamos nuestro deseo de que nadie tenga duda o confusión sobre la obligación que nosotros, como obispos, asumimos basados en la misión y el ejemplo que nos dio el propio Jesucristo, en cuyo nombre servimos, de proteger a los menores y de evitar el abuso sexual», señala el comunicado.
Además, la CEP pide perdón a las personas que se hayan visto afectadas por esos comportamientos y les invita a denunciar ese tipo de hechos.
«A las personas directamente afectadas y a las comunidades que en Paraguay han visto en algún sacerdote motivo de escándalo, les pedimos perdón y les exhortamos a comunicarnos estos hechos», indica el comunicado.
Por otro lado, el papa Francisco ha nombrado a Miguel Ángel Morán Aquina obispo de la diócesis de Santa Ana, en El Salvador, tras la renuncia de Romeo Tovar Astorga, informó hoy la Santa Sede en un comunicado.
El papa Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Santa Ana, presentada por Tovar Astorga en virtud del artículo 401.1 del Código de Derecho Canónico, que establece que los obispos que hayan cumplido 75 años deben entregar su renuncia al pontífice.
Su sustituto, Morán Aquina, nació el 25 de mayo de 1955 en Esquipulas (Guatemala), en la diócesis homónima.
En 1967 entró en el Seminario Menor de la diócesis de Santa Ana, donde cursó estudios de Filosofía, y además también cursó estudios Teología en el Seminario Mayor San José de la Montaña.
Ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1981, a lo largo de su trayectoria como religioso ha sido párroco de la parroquia de Santa Bárbara, diócesis de Santa Ana (1986-1988); párroco de la Catedral Metropolitana de Santa Ana (1990, 6 meses) y párroco de la parroquia San Miguelito en Santa Ana (1990-1996).
En Roma obtuvo la licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Antonianum.
El 19 de julio del año 2000 fue nombrado obispo de la diócesis de San Miguel y actualmente es delegado del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y encargado del Instituto de Previsión Social del Clero en El Salvador.
(RD/Agencias)