Todos estos acontecimientos enmarcados en la política de "mano dura" con los inmigrantes que tratan de cruzar el territorio nicaragüense para llegar a Estados Unidos
(Israel González Espinoza, corresponsal de RD en Nicaragua).- El Obispo auxiliar de Managua, el carmelita descalzo Silvio José Báez Ortega clamó desde Twitter para que las autoridades de América Central, y especialmente de Nicaragua, den una respuesta efectiva a la crisis de migrantes que atraviesa el istmo centroamericano y el Caribe desde el año pasado.
La solicitud de Monseñor Báez surgió de un encuentro informal surgido entre el Obispo auxiliar de Managua con el presidente del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), el nicaragüense José Antonio Alvarado en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de Panamá, cuando ambos abordaron el mismo avión para regresar a Nicaragua. A la charla se unió la periodista Xanthis Suárez, quién subió una fotografía del coloquio entre los tres.
En el caso del Obispo Silvio Báez, estaba fuera del país desde el domingo 21 de agosto; dirigiendo el retiro espiritual de la comunidad de sacerdotes carmelita en Colombia.
«Hoy pedí en Panamá a José Antonio Alvarado, Pdte. del Parlacen, actuar ante gobierno de Nicaragua a favor de cristianos impedidos de entrar al país«, posteó en su cuenta oficial de Twitter (@silviojbaez), el Obispo auxiliar de Managua.
Así mismo, Monseñor Silvio Báez solicitó al presidente del PARLACEN gestionar la excarcelación de la docente Nilamar Alemán Mora, oriunda del poblado de Puerto San Juan del Sur -un conocido centro turístico, cercano a la frontera con Costa Rica-, quién fue detenida por las autoridades policiales de Nicaragua y presentada ante los medios de comunicación como una «traficante ilegal de personas», delito que es negado por los pobladores del sector, quiénes aseguran que la maestra sólo practicó la solidaridad una mujer migrante originaria del Congo (África), quién también llevaba a su pequeña.
La detención de la maestra Nilamar Alemán ha levantado la indignación de los pobladores del Puerto San Juan del Sur, quiénes piden que se libere a la docente.
Todos estos acontecimientos enmarcados en la política de «mano dura» con los inmigrantes que tratan de cruzar el territorio nicaragüense para llegar a Estados Unidos que ha puesto en práctica el Gobierno de Nicaragua presidido por el sandinista Daniel Ortega.
«Hoy pedí a José Antonio Alvarado, Pdte. del Parlacen, mediar ante gobierno de Nicaragua por maestra detenida por practicar la caridad con extranjeros. Hoy pedí en el aeropuerto de Panamá a Pdte. del Parlacen, que hagan algo ante el drama de los migrantes al sur de Nicaragua» manifestó el Obispo auxiliar de Managua.
Según reportes del diario La Prensa y del portal noticioso de izquierdas Confidencial -ambos con sede en Managua-, son más de 50 mil personas las que han emprendido la travesía de cruzar el denominado «Mediterráneo americano» -a como es denominado el Mar Caribe-, para llegar a la frontera de México con Estados Unidos para así alcanzar el denominado «sueño americano».
Según datos del gobierno panameño, el grueso de los migrantes que intenta cruzar América Central para llegar a EE.UU son haitianos y personas de países africanos lejanos, tales como Togo, la República Centroafricana, Congo, entre otros.
Centroamérica a finales del año pasado atravesó una ola similar de migrantes de origen cubano. Miles de isleños intentaron atravesar la región pero se encontraron con la frontera nicaragüense cerrada. El gobierno de Nicaragua acusó al costarricense de «arrojar» sin ninguna coordinación a los migrantes hacia su borde fronterizo. Tras meses de tensión diplomática entre Managua y San José, las autoridades de los istmos reunidos en el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) idearon un puente aéreo para que los migrantes pudieran seguir su camino sin atravesar por Nicaragua.
Para el Obispo de la Diócesis de Granada, Monseñor Jorge Solórzano Pérez (que incluye el limítrofe departamento de Rivas), hace falta una coordinación entre Gobierno, empresa privada e Iglesia para atender la crisis migratoria en la frontera nicaragüense.
«No hay voluntad política para trabajar esto, pero el problema nos sobrepasa. Tiene que haber un acuerdo de fondo. La gente se está pasando por veredas, la gente viene de esos países porque tiene hambre. Dicen que vienen más personas en camino, más de 50 mil», expresó a Confidencial el Obispo Solórzano, quién actualmente funge como secretario y vocero de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).