El lema de este año está inspirado en las palabras del Papa Francisco, pronunciadas el año pasado en el Encuentro Mundial de los Movimientos Sociales de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
(Luis Miguel Modino, corresponsal en Brasil).- Coincidiendo con la Semana de la Patria, los días en torno al 7 de septiembre, en que se celebra en Brasil la Fiesta de la Independencia, tiene lugar el Grito de los Excluidos, que en su 22ª edición tiene como tema «Vida en primer lugar» y como lema «¡Este sistema es insoportable: excluye, degrada, mata!».
Este evento cuenta con un amplio apoyo y la participación de las pastorales sociales de la Iglesia Católica. El lema de este año está inspirado en las palabras del Papa Francisco, pronunciadas el año pasado en el Encuentro Mundial de los Movimientos Sociales de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
El momento político por el que pasa en estos momentos el gigante sudamericano y que ha desembocado en un golpe de estado en toda regla, reconocido en diferentes ámbitos internacionales y constatado por el hecho de que dos días después de consumarse la destitución de la presidenta Dilma Roussef, tras una votación del Senado, el «crimen» del que se la acusaba haya dejado de serlo, hace que este año el Grito de los Excluidos cobre especial importancia.
La pasada semana, durante la inauguración de una imagen de Nuestra Señora Aparecida, patrona de Brasil, en los Jardines Vaticanos, el Papa Francisco mostraba su preocupación ante la situación por la que pasa el país, invitando a la gente a rezar por Brasil en este momento triste y poniendo en duda su visita en 2017, en que se celebran los 300 años del hallazgo de la imagen de la virgen negra en las aguas del río Parnaiba.
Los organizadores del Grito pretenden que este momento sirva para resistir ante la retirada de derechos sociales que ya está llevando a cabo el nuevo gobierno. Sirva como ejemplo los recortes anunciados en el programa «Bolsa Familia», que ya el próximo mes afectará a más de seiscientas mil familias. Lo más sangrante es que este es uno de los programas que garantizan la cesta básica a las familias más pobres, lo que amenaza con volver a situaciones comunes veinte años atrás, en que la muerte por desnutrición infantil era situación común. A esto se une la ya anunciada privatización de empresas estatales y bienes públicos.
En este sentido, el economista Plinio de Arruda Sampaio Junior, no ha dudado en resaltar la importancia del momento, señalando que el Grito de los Excluidos debe estar «por encima de toda disputa partidaria, buscando una revolución democrática y reformas estructurales que no fueron realizadas por ningún gobierno hasta ahora».
Se esperan momentos tensos en estos días durante las protestas, pues el propio presidente, Michel Temer ya ha dejado claro que va a tratar con dureza a todos los críticos a su gobierno, lo que por otra parte, dado el histórico de los miembros del nuevo gobierno, ya era esperado por los movimientos sociales y tampoco va a hacer que se queden callados en su casa.
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Los obispos de Brasil: «La esperanza no defrauda»
Con motivo de la Fiesta de la Independencia, los Obispos del Brasil han emitió un breve mensaje que lleva por titulo un verso de la Biblia «La esperanza no defrauda» (Rm 5,5).
«La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil – CNBB, con motivo de las celebraciones del 7 de septiembre, reitera que Brasil es un país libre, soberano y religioso. Es una de las diez economías más grandes del mundo, territorio vasto y variado, con más de 200 millones de brasileños y brasileñas. Que da testimonio de una historia construida en la diversidad, la tolerancia y la coexistencia pacífica». Así comienza el mensaje recibido en la Agencia Fides.
Los obispos son conscientes de que se está «viviendo un momento triste en nuestra historia», ya que «la ausencia de valores éticos y morales provoca una profunda crisis política, económica y social». La desigualdad social corre el peligro de verse agravada aún más por el desmantelamiento de las políticas públicas.
«Somos conscientes de las dificultades del momento – continúan los obispos – pero creemos en la capacidad del pueblo brasileño para superar la adversidad, siempre a través de manifestaciones pacíficas. Cada institución está llamada a desempeñar sus funciones en un estado de derecho democrático, a favor de la población brasileña, nunca por intereses privados o corporativos. La Constitución de 1988, fruto de un proceso de participación popular, preservadora de la democracia brasileña, debe ser defendido arduamente».
En la parte final de su mensaje, los Obispos recuerdan que falta menos de un mes para las elecciones municipales, que tendrán lugar el 2 de octubre, una ocasión para que el «pueblo brasileño hable a través de las urnas», por lo que invitan a una «participación activa y consciente».
Finalmente confirman que el «Día de la Independencia es una ocasión para reafirmar el compromiso del pueblo brasileño para la democracia a través del diálogo y la búsqueda incansable de la paz, para construir juntos un Brasil fraternal y justo«.