No le gustaban las injusticias, para luchar contra ellas vivía, por eso no dudó en meterse a las protestas contra la CFE, era una causa del pueblo y la feligresía exigía de su liderazgo
(Guillermo Gazanini).- Tras el secuestro del sacerdote José Luis Sánchez Ruiz (1962), el pasado viernes 11 de noviembre, los ánimos de la ciudad de Catemaco, Veracruz, localidad perteneciente a la diócesis de San Andrés Tuxtla, se exacerbaron en las últimas horas cuando integrantes del Movimiento Autónomo Indígena y Antorcha Campesina incendiaron el Palacio Municipal y varias oficinas municipales, entre ellas las de seguridad pública y vialidad municipal, exigiendo resultados de las investigaciones sobre el paradero del párroco de la iglesia de Los Doce Apóstoles.
De acuerdo con las versiones hechas públicas por la diócesis de San Andrés Tuxtla, el sacerdote fue secuestrado de forma violenta de su casa durante la madrugada del viernes; varios feligreses constataron el desorden que evidenciaría una sustracción violenta del presbítero desaparecido.
Ante los escasos progresos en las investigaciones, este fin de semana ha sido violento en Catemaco cuando se reporta el bloqueo de la carretera federal 180, la quema de unidades de la policía municipal, el incendio de las oficinas del Palacio Municipal y la vandalización de dependencias públicas municipales.
Según un comunicado de la diócesis de San Andrés Tuxtla, el padre José Luis Sánchez inició una resistencia contra el pago de altas tarifas eléctricas que perjudicaban a la parroquia y vecinos de Catemaco; «CFE quedo de dar una solución favorable en 10 días hábiles a partir de esta fecha; se llegó el día y el Padre José Luis junto con algunas personas afectadas se dirigió nuevamente a las oficinas para saber si derogarían el pago del recibo pero ellos al no resolver nada a favor se vieron obligados a insistir con otra manifestación que se llevó a cabo el día martes 8 de noviembre convocando nuevamente a todos los afectados, ese día el padre recibió una llamada del senador Yunes en la cual puso en altavoz para que todos escucháramos. De esta segunda manifestación quedaron acuerdos poniendo como fecha de reunión con dirigentes de Jalapa, Ver., y las personas allí reunidas el día 22 de noviembre a las 12 hrs».
No fue únicamente esta resistencia realizada por el padre Sánchez Ruiz quien fue ordenado el 31 de mayo de 1989. Algunas informaciones mencionan su estilo y compromiso evangélicos denunciando la corrupción y violencia que azotan al Estado. Era «enemigo de los lujos» y la sobriedad era característica de un ministerio dedicado a los más pobres y sufrientes. Según el vocero de la diócesis de San Andrés Tuxtla, el padre Aarón Reyes, su compañero en el ministerio había recibido amenazas, «pensamos que mucho de lo que pasó tiene que ver con que el padre, en sus sermones, daba nombres y apellidos de los responsables de la inseguridad, saqueadores del pueblo y generadores de pobreza… No le gustaban las injusticias, para luchar contra ellas vivía, por eso no dudó en meterse a las protestas contra la CFE, era una causa del pueblo y la feligresía exigía de su liderazgo».
La Conferencia del Episcopado Mexicano se unió en oraciones, solidaridad y apoyo a la diócesis de San Andrés Tuxtla y a su V Obispo, Mons. Fidencio López Plaza. Tras el secuestro del padre José Luis Sánchez, los obispos de México recordaron «que vivimos tiempos difíciles en donde la violencia parece cobrar terreno, sin embargo no debemos perder la esperanza, ni desanimarnos frente al mal, la misma Palabra de Dios nos invita siempre a vencer el mal con la fuerza del bien (cfr. Rm. 12,21). Con esta certeza y mirada amplia llena de esperanza y sostenida por nuestra fe anhelamos la paz y el bienestar para nuestra patria y nuestros pueblos». Sin embargo, Catemaco ha sufrido horas de disturbios sociales demandado la aparición del clérigo plagiado quizá por encabezar las causas que demandan cientos de personas atropelladas por las injusticias y corrupción del Estado ahora sumido en bancarrota.
La diócesis de San Andrés Tuxtla fue creada el 23 de mayo de 1959 por voluntad del Papa San Juan XXIII a través de la bula «Quibus Christini». El V obispo, Mons. Fidencio López Plaza (1950), fue designado por el Papa Francisco en marzo de 2015.