Sobre el Próvolo: "Aquí nunca hubo una denuncia. Sí que dije es que si ha habido víctimas de estos dos sacerdotes, que lo comunicaran a nuestro tribunal, porque la Iglesia tiene su propio tribunal"
(J. Bastante/Télam).- «El Papa Francisco no es gay friendly. Nadie es amigo o enemigo de los gays, hay una doctrina de la Iglesia sobre eso, que la respeta tanto Bergoglio como yo». El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, denunció que «el periodismo tergiversa continuamente las posiciones de la Iglesia» en lo tocante a la moral.
El prelado hizo estas declaraciones en una entrevista con Franco Torchia, un conocido periodista radiofónico que conduce un programa dedicado a la diversidad sexual. En el mismo, subrayó que «la doctrina no se cambió, está y estará«. Aguer contestaba a las declaraciones de Francisco, en las que subrayaba que «si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesto a ello, ¿quién soy yo para juzgarla?».
Durante la entrevista, el arzobispo de La Plata sostuvo que «en la historia de la Iglesia hay continuidad y renovación. Ahora, la renovación se da sin alterar en absoluto la verdad revelada en la Sagrada Escritura». Así, en su opinión, «si el penitente confiesa su homosexualidad, cree que es un pecado y se arrepiente, es absuelto, pero si no se arrepiente no puede recibir la absolución».
El prelado fue más allá, y subrayó que «un sacerdote homosexual nunca debió ordenarse«. «A los muchachos que quieren entrar al seminario yo les pregunto si les gustan las chicas. Sí me dice que sí, les digo ‘Ah bueno, menos mal’. Yo no ordeno a un candidato que no me diga que le gustan las chicas«.
El obispo de La Plata también habló de la violencia contra las mujeres, que, incidió, «tiene que ver con la desaparición del matrimonio». Para Aguer, «el matrimonio dignificaba a la mujer, la ponía en un lugar de igualdad con el hombre. Le daba una estabilidad a la familia y a la mujer un respaldo. El matrimonio no existe más hoy día, es un rejunte provisorio».
«Antes no había violencia en el grado en que la vemos hoy en día», defendió el prelado, quien denunció cómo «el matrimonio ya no dura, la Libreta Civil era un reaseguro contra la separación. No hay más marido y mujer, hay ex novia, ex pareja. La duración del vínculo es importante porque para eso están hechos el varón y la mujer desde una visión clásico-cristiana. La unión del varón y la mujer es unitivo y procreativo».
Sobre la pederastia, Aguer insistió en que «la mayor parte de los abusos sexuales a niños se dan en el ámbito familiar, principalmente son los padrastros, las parejas de las mujeres, aunque a veces también son los propios padres», aunque reconoció que «cuando los comete un cura es infinitamente peor».
Preguntado por los abusos sexuales en el Próvolo de Mendoza, el arzobispo señaló que «a uno no lo conocí, al otro sí estuvo hasta marzo en La Plata. Aquí nunca hubo una denuncia. Sí que dije es que si ha habido víctimas de estos dos sacerdotes, que lo comunicaran a nuestro tribunal, porque la Iglesia tiene su propio tribunal».
El periodista preguntó a Aguer por qué el cura Julio César Grassi no ha sido expulsado de la Iglesia si fue condenado por abuso de menores. «Dentro de la Iglesia -contestó el prelado- hay santos y pecadores. Todo el que está bautizado, aunque sea un demonio en su conducta, es miembro de la Iglesia […] Ahora bien, Grassi está preso, supongo, no? […] A nadie se excluye de la Iglesia. En todo caso se lo excluye del ejercicio sacerdotal. Él no ejerce el ejercicio sacerdotal».
Respecto al aborto, Aguer recordó que, en Argentina, «todavía no ha sido legalizado de una forma general», pero «hay jurisprudencia que se van multiplicando, en las cuales no se respeta la vida del niño por nacer. Ahora bien, en cuanto al matrimonio y la familia, el Código Civil actual ha convertido al matrimonio en un rejunte provisorio».