En Venezuela falta la voluntad de dialogar seriamente sobre los problemas concretos de las personas más allá de la batalla política. Solo con esta voluntad será posible comenzar de nuevo y dar vuelta la página
(J.B./Aica).- «No se puede hablar de guerra civil», en Venezuela: «una guerra civil no es posible porque la población que no sigue al gobierno no tiene armas, no está armada». Fueron las duras palabras del cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, a Radio Vaticano, ante la grave situación que se vive en el país.
«La población democrática está indefensa: no hay posibilidad de una guerra civil; hay posibilidad de una opresión de la población de Venezuela, esto sí. Y hay posibilidad de gravísimos conflictos, incluso violentos», añadió el purpurado, acusando al gobierno de querer instaurar un «régimen totalitario marxista» contrario a la Constitución del país.
Las duras declaraciones del cardenal Urosa llegaron a las pocas horas de un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, en el que los obispos rechazan la pretensión del gobierno de Maduro de convocar a una Asamblea Constituyente, argumentando que «es innecesaria y resulta peligrosa para la democracia venezolana, para el desarrollo humano integral y la paz social».
«Rechazamos la convocatoria a esa Asamblea Constituyente y exhortamos a la población en general a no resignarse, a levantar su voz de protesta, pero sin caer en el juego de quienes generando violencia quieren conducir al país a escenarios de mayor confrontación con el fin de agravar la situación y mantenerse en el poder».
Los obispos venezolanos han convocado a una Jornada de oración por la paz el próximo domingo 21 de mayo.
Por su parte, L’Osservatore Romano pide en su edición de este martes «voluntad de diálogo» como única salida posible para «dar vuelta la página» en Venezuela, donde enfrentamientos entre el gobierno y la oposición provocaron más de 40 muertos en las últimas semanas.
«En Venezuela falta la voluntad de dialogar seriamente sobre los problemas concretos de las personas más allá de la batalla política. Solo con esta voluntad será posible comenzar de nuevo y dar vuelta la página», asegura un artículo titulado «Qué mañana para Venezuela» en la edición vespertina de este martes.
La nota agrega además que en este contexto «parece difícil ver una vía de salida del caos» para el país en el que el Vaticano podría llegar a retomar el rol de facilitador del diálogo que tuvo en 2016 pero que es rechazado por una parte de la oposición, como reconoció el propio Francisco a su regreso de Egipto.
En dicho viaje, el Pontífice dejó abierta la puerta para la participación vaticana en el proceso de diálogo pero «con condiciones».