Se van a juntar exactamente la luz con la oscuridad, el odio con el amor (...) Cuando se une el papa Francisco con Donald Trump se va a ver inmediatamente el contraste
«Donald Trump no va a ser significativo en la historia». Alejandro Solalinde presentó ayer en Roma su libro «Los narcos me quieren muerto». En declaraciones a los medios, el sacerdote habló del presidente de EEUU y de la política migratoria.
Así, Solalinde criticó que Trump «ha polarizado «unos sentimientos de algunas gentes que todavía conservan esos sentimientos negativos» sobre la inmigración. En este punto, el religioso, propuesto para el Nobel de la Paz, subrayó que el muro en la frontera con México «no va a servir para nada».
«A mí no me preocupa porque no va a servir de nada, me preocupan los otros muros. Los muros de la vista, de no poder ver lo que está pasando, los muros del corazón y de la fe», explicó Solalinde.
En su opinión la sociedad actual ha alzado demasiados muros en base a «todo tipo de discriminación», como los «prejuicios, la xenofobia, la misoginia o homofobia«, apuntó el religioso.
«Esos muros me preocupan, esos no se ven, son invisibles pero son las divisiones reales que nos impiden acercarnos, ser hermanos y tener unas buenas relaciones», defendió.
El cura mexicano arremetió contra el mandatario estadounidense al asegurar que el encuentro que este tiene previsto mantener con el papa Francisco en el Vaticano el próximo 24 de mayo será «grotesco y hasta un poco simpático».
«Se van a juntar exactamente la luz con la oscuridad, el odio con el amor (…) Cuando se une el papa Francisco con Donald Trump se va a ver inmediatamente el contraste» entre ambos, sostuvo.
«Pobre papa, porque tiene que aguantarlo. Diplomáticamente no puede rechazarlo, pero yo no sé qué puede inspirar en el señor Donald Trump pero sin duda saldrá igual que como entró», opinó.
En su libro el padre Solalinde relata las amenazas de muerte que ha recibido desde que en 2007 abriera un centro de acogida en Ixtepec (sur) para ayudar a los migrantes que abandonan sus países de origen, como Guatemala u Honduras, para alcanzar EE.UU.
Solalinde denunció que «nuestro mundo está confundido» y vive en un momento, a su parecer, «de mucha ceguera, de mucha oscuridad».
«Estamos viviendo en la noche de la humanidad y precisamente yo veo más claro que nunca la irrupción de la presencia de Dios en la historia a través de las personas migrantes. Son ellos los que son testigo de salvación», concluyó el cura y activista mexicano.
(RD/Agencias)