El tribunal le dio la razón a la fiscal Nancy Becerra Solano, quien apeló el caso basándose en las declaraciones demoledoras de una de las víctimas en particular, que detalló las circunstancias en las que Santiago Martínez lo abusó
(Melissa Goytizolo. La República).- La Sala Penal de Apelaciones de Moyobamba ordenó la prisión preventiva por siete meses del sacerdote español Santiago Martínez Valentín-Gamazo, acusado de tocamientos indebidos por cuatro alumnos que estaban bajo su custodia docente y espiritual en el Seminario Menor Juan Pablo II, ubicado en esta localidad de la región San Martín.
Una investigación de La República recogió la versión de los menores denunciantes quienes coincidieron en señalar que Martínez perpetró los presuntos abusos de manera reiterada dentro de las instalaciones del claustro entre 2014 y 2017.
El religioso fue apartado de la institución por sus superiores y se le destinó un espacio en la catedral de Moyobamba hasta que las autoridades decidieran su destino.
La Sala Penal revocó la resolución del juez José Rosales quien en un principio increíblemente desestimó el pedido de cárcel que solicitó la fiscalía, bajo el argumento de que no existían elementos suficientes para disponer la prisión preventiva del sacerdote de origen español.
Sin embargo, el tribunal le dio la razón a la fiscal Nancy Becerra Solano, quien apeló el caso basándose en las declaraciones demoledoras de una de las víctimas en particular, que detalló las circunstancias en las que Santiago Martínez lo abusó.
La resolución emitida por la Sala Penal, presidida por la magistrada Nelly Pinto Alcarraz, ordena la inmediata captura e internamiento del cura en el Establecimiento Penitenciario de Moyobamba, ubicado en la misma ciudad.
Santiago Martínez pasará siete meses en la cárcel mientras continúa la investigación preparatoria y, posteriormente, el desarrollo del juicio oral.
Hay otros casos más que deberá afrontar el sacerdote Santiago Martínez.
«La justicia tarda pero llega», dijo a La República el fiscal Aníbal García Torres, quien ve el caso de otro niño también abusado por el sacerdote, en el mismo centro religioso.
«Yo también pediré otra prisión preventiva por el caso del menor que investigo. Es más que seguro que el sacerdote tendrá una segunda prisión preventiva en muy poco tiempo. Esto le dará más fuerza al caso», señaló a este diario.
De acuerdo con la investigación de La República, el sacerdote Santiago Martínez aprovechaba su condición de docente y guía espiritual de los menores para infiltrarse en las habitaciones de estos y asaltarlos sexualmente.
El caso estalló cuando una de las víctimas confió a uno de los sacerdotes del seminario lo sucedido y este lo comunicó a sus superiores, quienes a su vez reportaron el caso ante la policía.
