Reacciones de la Iglesia tras el seísmo

Testigos de la solidaridad del pueblo de México

Sólo en Morelos, cerca de 50 muertos y una veintena de iglesias caídas

Testigos de la solidaridad del pueblo de México
El campanario de una iglesia en Morelos, destruido

Inmediatamente después del sismo de esta tarde de martes de 19 de septiembre, los gestos de solidaridad, cercanía y oración de los obispos, sacerdotes y fieles se dieron a conocer a través de las redes sociales

(Guillermo Gazanini, México).- Inmediatamente después del sismo de esta tarde de martes de 19 de septiembre, los gestos de solidaridad, cercanía y oración de los obispos, sacerdotes y fieles se dieron a conocer a través de las redes sociales animando a la respuesta para actuar de forma responsable y meter las manos en donde se requiera mientras transcurren las horas para superar la emergencia, salvar la mayor cantidad de vidas y acoger a quienes viven ahora situaciones de riesgo debido a edificios que sufrieron severas afectaciones.

El secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, dio a conocer el comunicado de los obispos de México invitando al «Pueblo de Dios, a unirse en solidaridad por nuestros hermanos que padeciendo las diferentes calamidades que han azotado nuestro país».

Apenas el jueves 14 de septiembre, Cáritas mexicana y la CEM, habían anunciado la activación de redes de ayuda y la entrega de apoyos a los damnificados de los sismos del 7 de septiembre en los Estados de Oaxaca y Chiapas. En el mensaje de este martes, el presidente de la CEM, el cardenal José Francisco Robles Ortega y Mons. Miranda Guardiola, manifestaron que, de nuevo, somos «testigos de la solidaridad del pueblo de México, que ve en el que sufre a su hermano. Miles de manos han formando cadenas de vida, para rescatar, alimentar, o poner su granito de arena ante estas emergencias».

 

 

Asimismo, señalaron que seguían «muy atentos a la información que va surgiendo en las distintas zonas afectadas, buscando la manera de coordinarnos y poder colaborar más».

Justo al medio día, la presidencia y el Consejo Permanente de la CEM celebraban una reunión donde se discutían las mejores formas de ayuda y solidaridad para las diócesis afectadas en Oaxaca y Chiapas el 7 de septiembre cuando ocurrió el sismo. Según consta en un video difundido por @inspirame_DIOS, los obispos, después del movimiento, rezaron el Salve Regina uniéndose en oración en sufragio por las posibles víctimas.

Por otro lado, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, manifestó «su profundo dolor y consternación por la pérdidas de vidas humanas a causa del terrible terremoto que azotó en este día a la Ciudad de México, el estado de Puebla y de Morelos, sus palabras de consuelo van a los familiares de quienes han perdido a sus seres queridos y anima a la solidaridad de todas las personas de buena voluntad a fin de socorrer las necesidades de las personas afectadas». A través del comunicado difundido en Siame, el prelado instruyó a todas las parroquias de la Arquidiócesis para formar un trabajo coordinado y conjunto con las autoridades «a fin de socorrer a las personas que han sido afectadas y den muestras de solidaridad cristiana».

Han sido muchos los daños en la infraestructura, casas y monumentos religiosos. En las comunidades cercanas al epicentro, los párrocos, a través de tuiter, dieron cuenta de la devastación, los decesos y destrucción de los templos.

 

 

En Morelos, el obispo Ramón Castro, a través de un tuit de Cáritas mexicana, evidenciaba las dimensiones del desastre: cerca de 50 muertos y más de 20 iglesias caídas además de casas y edificios. En la Arquidiócesis de México, monumentos nacionales y que son patrimonio de la Humanidad como el Convento de San Bernardino de Siena en Xochimilco además de centenarios templos como el de Nuestra Señora de Los Ángeles, sufrieron los daños que lustros, décadas y siglos no lograron como sí pudo hacerlo unos minutos de estremecimiento de la tierra.

Finalmente, la Comisión de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Puebla, a través de un comunicado, hizo un llamado a mantener la calma y ser solidarios con quienes piden ayuda. En 1999, Puebla sufrió un sismo que puso al borde de la ruina a muchos templos. Hoy la historia se repite y la misma Arquidiócesis dio a conocer la muerte de ocho fieles a causa del derrumbe del templo en Atzala, en Chietla y de tres más en Jolalpan. Hay cerca de 29 inmuebles afectados, entre ellos el emblemático templo de san Francisco de Asís, en la capital poblana, lugar donde reposan los restos del beato Fray Sebastián de Aparicio quien nació en La Gudiña, Reino de Galicia, en 1502. La misma Arquidiócesis solicitó la comprensión de los fieles hasta en tanto se tengan los dictámenes de las autoridades que permitan garantizar la asistencia segura a los actos de culto religioso.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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