La confirmación de Callista Gingrich, retribución por el apoyo de su marido

La esposa de un amigo de Trump será la embajadora de EEUU ante la Santa Sede

El Vaticano aún tiene que dar su visto bueno a su nominación

La esposa de un amigo de Trump será la embajadora de EEUU ante la Santa Sede
Callista Gingrich, nueva embajadora de EEUU ante la Santa Sede Agencias

Uno de sus más grandes dones de persuasión no fue convencer a Newt de casarse con ella, sino convertirlo al catolicismo, lo que le será muy útil en la Santa Sede

El Senado confirmó este lunes como próxima embajadora de Estados Unidos en El Vaticano a Callista Gingrich, una mujer ajena a la diplomacia y tercera esposa del antiguo congresista republicano Newt Gingrich, y amigo del presidente Donald Trump.

Anunciada hace cinco meses por Trump, la nominación de Gingrich obtuvo 70 votos a favor y 23 en contra en la Cámara Alta del Congreso, con la oposición venida exclusivamente de las filas demócratas.

En Estados Unidos, cerca de un tercio de las embajadas son habitualmente reservadas a nominaciones «políticas», con frecuencia grandes donantes de la campaña. Pero en El Vaticano, Callista Gingrich, de 51 años, sucederá a un expresidente de la ONG humanitaria Catholic Relief Services, quien a su vez remplazó a un profesor de teología.

Gingrich ha publicado seis libros de historia política para niños que tienen como personaje principal el elefante Ellis, y preside una empresa de producción, Gingrich Productions, codirigida por su marido y que realiza documentales, entre los que destacan varios sobre el Papa Juan Pablo II.

Durante su audiencia de confirmación en julio, el senador republicano Johnny Isakson resaltó que «Callista» era «muy talentosa».

«Uno de sus más grandes dones de persuasión no fue convencer a Newt de casarse con ella, sino convertirlo al catolicismo, lo que le será muy útil en la Santa Sede», bromeó el senador.

Pero las vagas respuestas de Gingrich durante esa audiencia no calmaron las inquietudes de quienes ven en esa nominación la retribución del apoyo de su marido en mayo de 2016 a Donald Trump.

Newt Gingrich, de 74 años, fue el arquitecto de la espectacular reconquista republicana de la Cámara de Representantes durante la presidencia de Bill Clinton, en 1994, apoyado en una estrategia ultrapartidista, cuyos efectos se sienten todavía en la política estadounidense.

Tras su caída en 1998, Newt Gingrich se mantuvo siempre presente y relativamente influyente en el seno de su familia política, aspirando a la investidura presidencial en 2012 y 2016, antes de empujar tardíamente la candidatura de Trump y de proponerse, en vano, como vicepresidente.

La historia personal de la pareja Gingrich también hace rechinar los dientes a sus críticos, y puede incluso causar cierta incomodidad en el propio Vaticano, que aún no ha dado su visto bueno a la confirmación del Senado estadounidense.

Callista Biseck era asistente parlamentaria de Newt Gingrich, que entonces estaba casado, cuando los dos comenzaron su relación. El romance duró seis años, hasta el divorcio del legislador, su segundo.

Mientras tanto, Newt Gingrich batallaba para lograr la destitución de Bill Clinton por el caso Monica Lewinsky.

«Es una nominación muy extraña», aseguró Michael Sean Winters, del National Catholic Reporter.

(RD/Agencias)

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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