Se plantean en una serie de seminarios cómo evangelizar a las grandes ciudades

CEBs de la Amazonia, presencia evangelizadora en las periferias del mundo y de la Iglesia

Expresan su deseo de "ser sal, luz y fermento, y vivir desde una lógica dialogal"

CEBs de la Amazonia, presencia evangelizadora en las periferias del mundo y de la Iglesia
Encuentro de las CEBs de la Región Norte brasileña RD

Las CEBs representan una vida en los límites de la vida eclesial para ser memoria viva de lo que es ser cristiano

(Luis Miguel Modino, corresponsal en Brasil).- La evangelización del mundo urbano se ha convertido en un desafío para la Iglesia de Brasil. La propia Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) ha discutido en los últimos tiempos esta problemática, apuntada en 2014 por las comunidades eclesiales de base (CEBs) al elegir esa temática como elemento de reflexión del 14º Intereclesial de las CEBs, que será celebrado en Londrina, estado de Paraná, del 23 al 27 de enero de 2018.

Para preparar este momento, se están llevando a cabo encuentros a lo largo y ancho del país, a diferentes niveles, que van desde pequeñas reuniones en las comunidades a encuentros donde la representación es mayor. Durante este 2017, ISER Assessoria y la Comisión Episcopal Pastoral para el Laicado de la CNBB, han llevado a cabo cinco seminarios de estudio y reflexión, que han reunido a asesores de las CEBs, para discutir sobre «Las CEBs y los desafíos de ser Iglesia en el mundo urbano».

Este fin de semana, de 17 a 19 de noviembre, ha sido el turno de las comunidades eclesiales de base de la Región Norte del país quienes han aprovechado para un intercambio de saberes. Las CEBs de la Amazonia brasileña constatan que la Iglesia no ha conseguido acompañar el crecimiento de las ciudades, realidad que se repite en otras latitudes del país y del planeta.

Nadie puede olvidar la situación por la que Brasil pasa en la actualidad, marcada por la pérdida de derechos sociales, que afecta sobre todo a quien vive en las periferias. Ante un gobierno que rompió la Constitución, muchas voces reclaman una articulación de resistencia, nacida de la base de la sociedad, pues nadie puede olvidar que los cambios que permanecen son aquellos que nacen de los últimos, de los más pobres, que como nos recuerda el Papa Francisco en su mensaje para la I Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra este 19 de noviembre, les presenta como «maestros que nos ayuden a vivir la fe de manera más coherente».

La presencia de la Iglesia en las periferias de las ciudades es muy limitada y ahí las CEBs, que nacieron y siempre vivieron en los limites de la sociedad y de la Iglesia, tienen un papel destacado, que puede ayudar a superar el distanciamiento entre la institución eclesial y el pueblo, con una actitud de proximidad, que lleve a la Iglesia ser presencia profética en los lugares donde se vive aquello que es cotidiano a los hombres y mujeres de hoy, a ser «una Iglesia en salida, samaritana, para encontrar a Dios que habita en la ciudad y en los pobres», como nos recuerda el obispo de Roma.

La referencia para vivir de ese modo no puede ser otra que el propio Jesús de Nazaret, que rezaba, estaba presente en el Templo y la sinagoga, pero dedicaba la mayor parte de su tiempo a caminar con la gente, a estar en medio de quienes vivían en las periferias o inclusive fuera de la sociedad.

Este modo de ser Iglesia que las comunidades eclesiales de base intentan hacer realidad nació con los idus del Vaticano II. Después de un tiempo de invierno eclesial, la llegada del Papa Francisco supuso un nuevo impulso para esta forma de ser Iglesia, plasmado en la Evangelii Gaudium, donde aparece el programa del pontificado del Papa Bergoglio.

Sergio Coutinho mostraba en el seminario algunas indicaciones que las CEBs pueden encontrar en la Evangelii Gaudium para la evangelización del mundo urbano. Coutinho destaca que la Evangelii Gaudium no puede ser entendida al margen de la Gaudium et Spes, que hace cincuenta años incidía en que la Iglesia no puede ser separada del mundo, pues la Iglesia sólo será un signo y un sacramento para el mundo si el mundo es un signo y un sacramento para la Iglesia.

El Seminario ha servido para recordar que es necesario vivir desde una perspectiva que nos lleve a ampliar nuestra visión, «a ser sal, luz y fermento, a vivir desde una lógica dialogal», como recordaba el Asesor Nacional de las CEBs, Celso Carias, a reconocer que «las CEBs representan una vida en los límites de la vida eclesial para ser memoria viva de lo que es ser cristiano», en palabras de la también Asesora Nacional de las CEBs, Tea Frigerio.

Las CEBs son desafiadas a discutir sobre temas que tradicionalmente han sido relegados dentro de la reflexión eclesial. Por eso, el seminario ha sido momento para dialogar y ofrecer pistas que ayuden dentro del proceso evangelizador, a partir de las temáticas de la comunicación, las juventudes, la ecología, las cuestiones de género y los ministerios laicales.

Nunca olvidemos las palabras del Papa Francisco, que en la Evangelii Gaudium nos recuerda que «los discípulos del Señor son llamados a vivir como comunidad que sea sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5, 13-16). Son llamados a ser testigos, de forma siempre nueva, una pertenencia evangelizadora. ¡No dejemos que nos roben la comunidad!«. Plantemos semillas de esperanza que ayuden a hacer realidad el Reino de Dios.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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