Los obispos y la ONU comparten "la necesidad de un acuerdo de cese el fuego más robusto" y que genere "mayor confianza entre las partes y en la sociedad colombiana"
(C. Doody/Agencias).- Favorecer el «alivio humanitario» y «avanzar más aún hacia la reducción de la violencia». Éstas son las dos peticiones que los obispos colombianos y Naciones Unidas han hecho al presidente Juan Manuel Santos y el ELN coincidiendo con el fin del plazo para el alto el fuego bilateral entre Gobierno y guerrilla.
«Como participantes invitados en el proceso de Verificación y Veeduría del Cese el Fuego Bilateral, Temporal y Nacional», las dos entidades solicitaron en un comunicado «preservar los logros obtenidos en materia de reducción de la violencia durante los meses de vigencia del cese el fuego».
La Conferencia Episcopal y la Misión de la ONU dijeron ser «conscientes de las dificultades del cese el fuego temporal y de la falta de consenso en relación con la implementación de determinados aspectos del Acuerdo de Quito», firmado el 4 de septiembre de 2017 y que establece las bases de dicha tregua entre el Gobierno colombiano y el ELN, que comenzaron el diálogo en febrero de ese año.
Asimismo, indicaron que comparten «la necesidad de un acuerdo de cese el fuego más robusto» y que genere «mayor confianza entre las partes y en la sociedad colombiana».
En Quito las partes acordaron un alto el fuego entre el 1 de octubre de 2017 y el 9 de enero de 2018.
El pasado 6 de enero, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró que su gobierno está dispuesto a prorrogar el alto el fuego y a «renegociar las condiciones» de uno nuevo.
Para ello, esta semana viajó a Ecuador el nuevo equipo de negociadores del Gobierno que deberá las conversaciones con los representantes de la guerrilla.