El español Jordi Bertomeu prosigue los interrogatorios hasta que sea dado de alta

Scicluna continuará con la investigación del ‘caso Barros’ tras ser operado de la vesícula

James Hamilton y José Andrés Murillo acusan a Errázuriz y Ezzati de encubrir los abusos

Scicluna continuará con la investigación del 'caso Barros' tras ser operado de la vesícula
Bertomeu, Scicluna y el Nuncio, ayer en Santiago Agencias

"Errázuriz es un mentiroso, un encubridor. Vuelvo a decirlo a todos los chilenos: Errázuriz es un criminal y usted Ezzati es un cómplice de otro criminal", señaló Hamilton a la prensa

(Jesús Bastante).- Forman un experimentado tándem, y ni las dificultades ni la enfermedad impedirán que busquen la verdad en el ‘caso Barros’. Monseñor Charles J. Scicluna, y su notario, el español Jordi Bertomeu, continúan en Chile investigando las acusaciones contra el obispo de Osorno. Y ello pese a que el arzobispo de Malta tuvo que ser ingresado esta mañana, y operado de la vesícula, según ha confirmado la Conferencia Episcopal chilena.

Así, su portavoz, Jaime Coiro, informó que el enviado papal llevaba días con este malestar. Tras ser ingresado, y «por decisión del Santo Padre», se confirmó que se mantendrían los encuentros, tanto con José Andrés Murillo (la otra víctima de Karadima, James Hamilton, se vio anoche con Scicluna) como con los laicos de Osorno, se mantendrían. Todas las partes estuvieron de acuerdo.

El encargado de continuar con las pesquisas es el español Jordi Bertomeu, que se encuentra asistido temporalmente por Mario Salas, sacerdote mercedario. Esta noche llegó a Chile el padre Hernán Díaz, sacerdote diocesano de Buenos Aires, que será quien acompañe a Bertomeu.

«Esperamos una pronta recuperación de Mons. Scicluna, quien desde ya ha manifestado su disposición a poder, en la medida que le sea posible, encontrar a algunas de las personas tan pronto pueda volver a ejercer la misión que le ha sido encomendada», concluyó Coiro, al tiempo que precisó que el Santo Padre ha aprovechado la comunicación sostenida esta mañana para reiterar su cercanía y oración por Chile.

«Como ustedes saben, monseñor Scicluna se tomó muy en serio este encuentro con las personas y, a pensar de que este malestar continuaba, siguió adelante con todos los encuentros que tenía previsto. Pero pareció pertinente hacer el chequeo médico en horas de la noche», informó el portavoz de la Iglesia chilena, quien confirmó que el arzobispo se encuentra estable y que la intención del enviado papal es la de retomar directamente las entrevistas tan pronto como sea posible. El tiempo de recuperación se estima entre 48 y 72 horas.

 

 

Mientras tanto, como decíamos, se sucedieron las declaraciones. Así, Bertomeu mantuvo un encuentro de tres horas de duración con José Andrés Murillo, una de las víctimas de Fernando Karadima. «Uno se siente escuchado«, comentó Murillo, destacando que «hoy día pareciera que no toda la Iglesia tiene la cara de Errázuriz y Ezzati, y la venida de Scicluna y Bertomeou nos muestra esa otra cara».

Sobre la relación entre ambos, Murillo aseguró que «hablar con uno de ellos es prácticamente hablar con los dos» porque «trabajan codo a codo». «Son personas honestas, confiables, y eso se siente«, aseguró Murillo.

«Hoy le entregué al padre Jordi la carta que le envié a Errázuriz a través del jesuita Juan Díaz en 2002, contándole todo lo que pasaba en la parroquia del Bosque. Si él no hizo nada a partir de esa carta significa que se hizo cómplice y encubridor», comentó la víctima de Karadima acerca de Francisco Javier Errázuriz.

La misma tesis fue la que siguió, anoche, James Hamilton, quien se encontró con Scicluna y Bertomeu antes de la operación del enviado papal. La otra víctima de Karadima también salió ilusionado de la reunión, en la que denunció cómo los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati son encubridores de los delitos del cura.

«Errázuriz es un mentiroso, un encubridor. Vuelvo a decirlo a todos los chilenos: Errázuriz es un criminal y usted Ezzati es un cómplice de otro criminal», señaló Hamilton a la prensa.

Finalmente, el movimiento de Laicos de Osorno anunció que la situación de Scicluna no interferirá en la entrega de un informe de 1.500 páginas, con las que pretenden describir el ambiente enrarecido que se vive en la diócesis desde la llegada de Juan Barros.

«Cuatro sacerdotes se han ido, estudiantes católicos escriben cartas para que no les confirmen, dos pastorales de parroquias le han cerrado las puertas al obispo Barros, hay empleados desafectados por situaciones de abuso de poder, todas estas situaciones las traemos como relato y como evidencia al arzobispo», detalló Mario Vargas, uno d ellos portavoces.

Los integrantes de la agrupación esperan que todos los antecedentes lleguen a la brevedad a manos del Papa Francisco, y que ello se traduzca en cambios en el obispado osornino a fin de restaurar la paz dentro de las parroquias, revirtiendo con ello el quiebre que se evidencia entre los fieles católicos.

 

 

Parte médico

Pasado el mediodía, la Dirección Médica de la Clínica San Carlos de Apoquindo, de la Red Salud UC Christus, dio a conocer el siguiente parte médico:

«En relación al estado de salud del Arzobispo Charles Scicluna, Clínica San Carlos de Apoquindo de la Red de Salud UC CHRISTUS informa lo siguiente:
Monseñor Scicluna ingresó a nuestra Clínica a las 21:00 de ayer martes con dolor abdominal, malestar que venía presentando en los días previos. Luego de ser evaluado por un equipo médico, se le diagnosticó una probable colecistitis aguda y se realizaron diversos exámenes que confirmaron el diagnóstico.
Esta condición ha requerido, como primer paso, tratamiento antibiótico y analgésico para abordar el cuadro inflamatorio de la vesícula biliar, para luego hacer una cirugía laparoscópica para extirpar la vesícula, la cual fue realizada esta mañana.
Monseñor Scicluna se encuentra actualmente en buenas condiciones, recuperándose satisfactoriamente de la colecistectomía laparoscópica, procedimiento mínimamente invasivo con muy buen pronóstico.
La cirugía estuvo cargo de nuestro equipo de Cirugía Digestiva, encabezado por el doctor Rodrigo Miguieles.
Se espera que el tiempo de recuperación en la clínica será de 48 a 72 horas».

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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