La formación actual sufre de un enfoque excesivo "en las abstracciones espirituales, filosóficas y teológicas", con el efecto de que los nuevos sacerdotes acaben siendo "teólogos y no pastores"
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(Cameron Doody).- Una organización que representa a más de 1.200 curas estadounidenses ha llamado a una «revisión a fondo» del programa de formación sacerdotal del país para que esté a la altura de los «retos importantes a los que se enfrenta la Iglesia en los Estados Unidos», y para que sea más fiel a la doctrina del Concilio Vaticano II.
En un documento y carta explicativa enviados al responsable del comité de los obispos estadounidenses para el clero, la vida consagrada y las vocaciones, el cardenal Joseph Tobin, la Association of US Catholic Priests (AUSCP) ha identificado una serie de desafíos que hacen necesaria una revisión de la formación que se recibe en los seminarios, según informa el National Catholic Reporter. Entre ellos, la marcha de millones de católicos laicos de la Iglesia, un declive importante en el número de curas activos como candidatos para el sacerdocio y un bajón en el número de conversos, bodas, bautizos y parroquias.
Ante este panorama tan preocupante, la AUSCP propone volcarse a fondo con la doctrina del Concilio Vaticano II, para evitar que este acontecimiento tan importante en la historia del catolicismo se degenere en «poco más que una nota de pie histórica» o «una anomalía en la peregrinación de la Iglesia en el tiempo». Entre los preceptos del Concilio al que llamó el Papa Juan XXIII están los de «una base en las Escrituras, la conversión del corazón en una relación personal con Jesucristo, la Iglesia como Pueblo de Dios, la llamada universal a la santidad, el papel central del laicado, el culto vernacular, la misión de la Iglesia al mundo, el diálogo y la construcción de consensos, la subsidiariedad y el compromiso ecuménico-interreligioso».
A juicio de los autores de este documento de la AUSCP, una formación sacerdotal empapada en estos principios no solo conseguiría revertir la crisis que actualmente sufre la Iglesia en EEUU, sino que estaría perfectamente alineada con el programa del Papa Francisco, quien mandó realizar revisiones de la formación de futuros sacerdotes en todo el mundo con la publicación de una nueva versión de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis a finales de 2016.
Del mismo modo, los principios del Vaticano II tendrían el efecto de corregir las deficiencias del actual programa de estudio en los seminarios estadounidenses. Según los autores, la formación actual sufre de un enfoque excesivo «en las abstracciones espirituales, filosóficas y teológicas», con el efecto de que los nuevos sacerdotes acaben siendo «teólogos y no pastores». Curas, por decirlo de otra forma, «que no se ven como siervos, al estilo de Cristo, del Pueblo de Dios», sino que cultivan demasiadas veces «el sentido de distancia, separación, elitismo, clericalismo, insensibilidad y superioridad que ha sido criticado por el Papa Francisco».