La Cumbre coincide con un momento "crucial en la vida civil y política del Perú en la cual deben prevalecer el orden democrático, así como un compromiso por parte de todos los sectores, incluyendo el de las comunidades religiosas"
«Saludamos a los líderes que participarán de esta VIII Cumbre de las Américas, que tiene como reto abordar, en el actual contexto que nos afecta, temas como el tratamiento de los efectos de la corrupción en la institucionalidad democrática, la gobernabilidad y los objetivos de desarrollo sostenible adoptados por la comunidad internacional en la Agenda 2030″. Son las palabras enviadas por la presidencia de la Conferencia Episcopal peruana, este 11 de abril, a los Jefes de Estado y a las delegaciones que participarán en la Conferencia de todos los Estados americanos, que tendrá lugar en Lima del 13 al 14 de abril.
La democracia en primer lugar
En el comunicado, los obispos evidencian que la Cumbre coincide con un momento «crucial en la vida civil y política del Perú en la cual deben prevalecer el orden democrático, así como un compromiso por parte de todos los sectores, incluyendo el de las comunidades religiosas». El país tiene como actual Jefe de Estado desde hace un mes, al ex-vice presidente, Martín Alberto Vizcarra, luego de la renuncia de Pedro Paolo Kuczynski, bajo investigación por hechos de corrupción.
La corrupción es evitable
En el documento los obispos peruanos insisten en la importancia de la lucha a la corrupción, tal como lo indicó el Papa Francisco en su reciente visita a Perú. Y en ese sentido, aplauden «el diálogo que propiciará cada uno de los temas a discutirse en esta cumbre, los encuentros entre la sociedad civil con los representantes de los gobiernos, los empresarios, los indígenas y los jóvenes, debates que, sin duda, aportarán a la adopción de medidas concretas para prevenir, luchar y acabar con este flagelo que amenaza la esperanza y el desarrollo de los pueblos latinoamericanos».
En la búsqueda de soluciones comunes
La Cumbre de las Américas reúne periódicamente a los 35 jefes de Estado y de Gobierno, quienes dialogan sobre temas de interés regional prioritarios para encontrar soluciones comunes. Este espacio de concertación y diálogo político está en función desde el año 1994.
(RD/Vatican News)
