"La mayor parte de las mujeres que mueren lo son porque sus maridos no las aceptan"

El arzobispo de Toledo vincula la violencia de género con la ausencia de «un verdadero matrimonio»

Braulio Rodríguez sostiene que "la reacción machista tiene su origen en que ella ha pedido la separación"

El arzobispo de Toledo vincula la violencia de género con la ausencia de "un verdadero matrimonio"

Dejémonos ya de las zarandajas que la ideología de género enturbia. Cuando digo que no hay verdadero matrimonio, no estoy pensando sólo en el matrimonio canónico; también en el civil, ante el representante del Estado

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha tachado de «estupendo» que las mujeres amenazadas por la violencia de género hagan pública su situación, para poder así evitar los crímenes con «nuevos mecanismos de alerta». A su parecer, el problema «serio» es que en «esas parejas» no ha habido «verdadero matrimonio».

«Dejémonos ya de las zarandajas que la ideología de género enturbia. Cuando digo que no hay verdadero matrimonio, no estoy pensando sólo en el matrimonio canónico; también en el civil, ante el representante del Estado», ha asegurado en la publicación Padre Nuestro, editada por la diócesis.

En este sentido, el primado de España ha señalado que la «mayor parte» de las mujeres que mueren en manos de sus maridos es porque «no las aceptan«, las «rechazan» por no aceptar «tal vez» sus imposiciones o que, según el arzobispo, la «reacción machista tiene su origen en que ella ha pedido la separación». En este sentido, Rodríguez se pregunta que «¿cómo se puede pensar en una relación personal entre hombre y mujer sin las más elementales disposiciones para vivir en común?», asegurando que sólo habla de matrimonio, y no en otro tipo de uniones, «donde casi lo único que les une es lo físico, lo genital y poco más».

Braulio Rodríguez señala que al casarse se debe entregar la «delicadeza» de una actitud «no invasora», para renovar la confianza, respeto y amor. «Estas cualidades cuando es más íntimo y profundo el afecto, tanto más exige el respeto de la libertad y la capacidad de esperar». Por otro lado, el arzobispo señala que se debe dar gracias por lo que se hace en su favor y también «pedir con frecuencia perdón». Esto es para el primado, una palabra «díficil pero necesaria», para que las «pequeñas grietas no sean fosas profundas».

Rodríguez se ha mostrado también preocupado por los asesinatos «masivamente» cometidos por varones contra mujeres, y también se ha mostrado molesto por las familias que «por doquier se rompen», ya que, en su opinión, esta ruptura está experimentando un «continuo crecimiento». «Pienso que a nuestros responsables políticos y sociales no les preocupa tanto el dato, cuando con tanto ahínco han luchado para que se implante el llamado divorcio exprés«, ha manifestado.

Por eso, ha reprochado a los mandatarios que «sólo» manifiesten que hay que endurecer las leyes y la prevención en los casos de violencia de género. «El ser humano es interioridad y poco se puede hacer si no se cambia por dentro», afirmó Rodríguez, quien señaló que no se debe denominar «simplemente» ‘violencia de género’ y que se ha «asombrado» al ver cómo los partidos trataron el asunto en sus programas.

 

 

(RD/Agencias)

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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