Conozco a Carlos García Llata desde hace años y ciertamente, sin restarle nada a su valía personal sí creo que puede cumplir ese papel de vicario, representante, fiel voz del pastor que le ha enviado
(Txenti García).- La Iglesia Diocesana de Vitoria vivió esta mañana un momento histórico, el relevo de la Curia episcopal. Los nuevos vicarios, recientemente nombrados por el obispo, juraron en la capilla del obispado sus cargos, ante la presencia de Juan Carlos Elizalde y los vicarios salientes.
Esta era la imagen más esperada, el obispo apelaba hace unos días a no perder de vista el pasado y agradecer la labor de quienes han ocupado sus cargos hasta ahora. Pero también recordaba, y lo hacía en la homilía del domingo en San Miguel, que nuestra esperanza se sostiene en la premisa de que Dios no elige a los capacitados sino que capacita a los que elige, o en palabras suyas que dedicaba al nuevo Vicario General en lo que era una presentación oficiosa:.» Carlos si hay misión hay don» le decía.
Carlos García Llata asume una de las vicarías que más relevancia tiene y por varios motivos: el «anecdótico», un religioso, salesiano, sucede a un diocesano, lo contrario que ha sucedido en la sede episcopal, que un diocesano ha sucedido a un salesiano. Pero la trascendencia va más allá, dado que el Vicario General era una persona que ocupaba su cargo desde hace casi 38 años. Cambian las circunstancias históricas, cambian los actores protagonistas para el cambio, y cambia, seguramente también, la predisposición de una comunidad dispuesta a vivir una primavera en sintonía con el Papa Francisco.
Otro cambio evidente en el nuevo organigrama del gobierno diocesano ha sido el incremento de Vicarías, lo que ha provocado también el cuestionamiento por parte de algunos diocesanos de ¿por qué no vicarías en otras áreas como familia y juventud? Elizalde nos respondía a esta duda señalando que: «las vicarías son nombramientos más relacionados con el aspecto organizativo, de coordinación y gobierno que de aspectos puramente pastorales. Para lo pastoral están las delegaciones, así en familia y juventud que me citas ya hay delegados de mi confianza absoluta que se encargan de esas áreas. También he de reconocer que justo esos dos temas, y algún otro también, son las niñas de mis ojos, a los que estoy dedicando tiempo, oración y atención personal. A nadie se le escapa que jóvenes, familia y marginados están muy presentes en mi vida como sacerdote y pastor. Los vicarios son mis colaboradores más cercanos para atender más personalizada mente situaciones, realidades y sobre todo personas. Confiaré plenamente en ellos y ellos saben que tienen que ser parte de la sucesión apostólica.»
El tiempo transcurrido hasta la jura de su cargo ha permitido a los elegidos pasar las fases de sorpresa, angustia y abandono en las manos de Dios. Un ejercicio similar es el que tendrán que hacer cuantos pensaban que los elegidos, por estar más capacitados, iban a ser otros.
La historia de la Iglesia se ha escrito siempre así.
Algunos de los vicarios elegidos saben que son la segunda opción, dado que los propuestos por votación declinaron la oferta del obispo de acompañarle en esta aventura de ser parte activa de lo que la Diócesis de Vitoria desea ser, al menos en los próximos años.
Tras la jura y atender a la prensa, el equipo saliente y el equipo entrante tuvieron una comida de hermandad, en la que muy probablemente habrán salido como temas de conversación algunos que directamente afectan a la Diócesis de Vitoria y otros que están sufriendo diócesis hermanas como la de San Sebastián.
Monseñor Elizalde insistió en su invitación a toda la comunidad diocesana – presbíteros y diáconos, religiosas y religiosos, laicos y familias, jóvenes y mayores, parroquias y unidades pastorales – a participar en la Eucaristía de Envío de los nuevos Vicarios Episcopales (miembros del Consejo) que tendrá lugar el sábado 28 de enero, a las 12 del mediodía en la Catedral de María Inmaculada.
Non solum sed etiam
Voy a intentar explicar para los lectores que se acerquen a esta página, cuál es la trascendencia real del acto que se ha llevado a cabo este lunes en el obispado de Vitoria. Hay dos elementos que a mi juicio son importantes:
Uno el incremento de Vicarías. Un Vicario es un representante del obispo, lo que él dice y hace tiene el mismo valor que si el mismísimo obispo lo hubiese dicho y hecho. En el diccionario que todo el mundo busca hoy se define Vicario: «Se denomina vicario a la persona que ejerce las funciones de otra, en todo o en parte por delegación y nunca con carácter propio; la sustituye por tiempo indefinido o determinado.»
Es decir, el obispo de Vitoria ha decidido ceder plena confianza a los 8 vicarios designados, en las diversas áreas que se les han adjudicado a cada uno. A excepción del Vicario General que, como dijo en la misa del domingo, es «mi otro yo» en algunos momentos.
Conozco a Carlos García Llata desde hace años y ciertamente, sin restarle nada a su valía personal sí creo que puede cumplir ese papel de vicario, representante, fiel voz del pastor que le ha enviado.
Encuentro en ambos varias similitudes, una devoción mariana, una importancia de la vida interior y de la oración. Le veo formando parte de esa fraternidad sacerdotal con la que soñaba Elizalde hace unas semanas.
Del resto de vicarías, una palabra: A los vicarios de ciudad les espera la gran batalla, la de convencer a sus compañeros sacerdotes que a ellos también les representan; En las vicarías rurales me siento perdido en datos pero no cabe duda que los elegidos tienen una larga experiencia en la pastoral rural, es su mundo y seguramente unos de los que mejor lo conocen; En la pastoral sénior alguien que ha vivido media vida de misionero puede sin duda dar un talante nuevo a esta nueva vieja generación que inician sus mañanas abriendo las piscinas de los centros cívicos; En el tema judicial no me meto, el que repite tiene experiencia, y ha sido clave en la puesta en marcha de esta vicaría en la diócesis hermana de Bilbao; y por último la vicaría dedicada a la vida consagrada y vocacional me parece una de las incorporaciones más novedosas. Hay mucho que descubrir en estos temas, lo sustancial permanecerá pero las fórmulas de acompañamiento habrán de cambiar y adaptarse para evitar errores pasados.
Las lecturas de hoy recogen del evangelio de Marcos la frase «a vino nuevo, odres nuevos», casualidad o … Palabra de Dios.
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