Asegura la permanencia de la guardería y su personal

El Arzobispado de Valencia disuelve a las Misioneras de la Divina Providencia y las acusa de “malversación”

La diócesis presentó ante la Fiscalía la auditoría de las cuentas de la asociación

El Arzobispado de Valencia disuelve a las Misioneras de la Divina Providencia y las acusa de “malversación”
La hermana Rosa y otras misioneras de la asociación Levante/EMV

Le han quitado la posibilidad de disponer de sus propias cuentas. No han hecho un control sino una expropiación

El Arzobispado de Valencia ha ordenado disolver a las «Misioneras de la Divina Providencia» de Algemesí, e intervenir todos sus bienes (incluidos la casa de la beata Josefa Naval, y la escuela infantil Virgen del Pilar), así como sus cuentas bancarias, con ingresos de unos 165.000 euros.

Según informa Levante citando fuentes de la Archidiócesis, la disolución se produce porque la asociación tiene menos de tres miembros, por lo que legalmente ya no puede considerarse como una asociación, y el resto de «misioneras» no pueden ser consideradas monjas o religiosas, ya que la asociación no está aprobada por el Instituto de Vida Consagrada.

Sin embargo, la hermana Rosa, directora de la asociación y la guardería, con el apoyo de los padres, se han movilizado contra la intervención arzobispal, que califican de «expropiación».

Además de disolver la asociación, el Arzobispado explicó a RD que esta tarde ha trasladado a la Fiscalía la auditoría sobre sus cuentas, que están a punto de concluir los comisarios nombrados por el arzobispo Antonio Cañizares y que demostraría, según la diócesis, un posible caso de malversación supuestamente por parte de Rosa Choque.

Desde la diócesis, además, se ha asegurado que, en los próximos días, se reunirán con personal y padres de los niños de la guardería, para asegurarles que ésta va a permanecer abierta y que los puestos de trabajo se mantendrán sin problemas. «Habrá una reunión para que estén tranquilos, no se va a cerrar», explican.

Según dichas fuentes, los comisarios nombrados para gestionar la disolución de las Misioneras descubrieron unos «supuestos movimientos anómalos» en las cuentas de la asociación.

Por su parte, la asociación, que es de derecho diocesano (por lo tanto, depende del Arzobispado de València), ha enviado un escrito explicando el caso a la Congregación de Vida Consagrada. Según fuentes cercanas a la entidad, están «a la espera de una respuesta».

 

Por su parte, y según explica Alejandro Fernández Barrajón en su blog, «los comisarios, José Maria Ciller Vera y Juan Damián Gandía Barber, como hombres sin ley, se han atrevido, incluso, a quitarle la firma de las cuentas corrientes, con no se qué autoridad, por lo cual tendrán que rendir cuentas ante la justicia. Le han quitado la posibilidad de disponer de sus propias cuentas. No han hecho un control sino una expropiación«.

«Lo que sucede es que las cuentas de la Asociación pueden alcanzar hasta los 300.000 euros y eso es algo irresistible para algunos. ¡Poderoso caballero es don dinero!», afirma Barrajón, quien añade que «los trabajadores de la guardería de la Asociación, al saber que las cuentas (…) han sido intervenidas por los comisarios del obispado, han empezado a recoger firmas por la comarca para detener lo que consideran una injusticia manifiesta».

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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