La Unidad Pastoral se crea para unir fuerzas y no desgastar a las personas, ya que es una realidad que cada vez hay menos fieles, menos niños y menos voluntarios que ayuden a los sacerdotes responsables en las labores pastorales.
(Miembros de las Parroquias de San Martín y Jesucristo Resucitado).- Somos unas personas de la comunidad de Jesucristo Resucitado y San Martín, Unidad Pastoral, en Vitoria, que nos ha costado poner en marcha casi 10 años, por mandato del Obispado.
Y nos preocupa muchísimo que con los cambios que el obispo actual está realizando en nuestra Unidad, quitando de golpe a los dos sacerdotes que teníamos, se puede llegar a romper.
La Unidad Pastoral se crea para unir fuerzas y no desgastar a las personas, ya que es una realidad que cada vez hay menos fieles, menos niños y menos voluntarios que ayuden a los sacerdotes responsables en las labores pastorales.
No comprendemos cómo ha actuado así el obispo de Vitoria, ya que en otras parroquias vemos que no hace lo mismo.
Creemos que lo propio sería renovar al menos la mitad de los sacerdotes de la Unidad Pastoral, como de hecho se hace en los Consejos Parroquiales, de modo que siempre haya una continuidad al lado de la novedad y se conserven así las cosas que están funcionando.
Entendemos que en alguna circunstancia convenga hacer un cambio para que no nos anquilosemos, pero no entendemos que cuando una Unidad Pastoral está dando fruto, de golpe y plumazo, se cambien las cosas, de modo que se rompa la Unidad de las comunidades, para volver a dos parroquias diferentes distintas e individuales.
Ese miedo es lo que nos mueve a dar a conocer nuestra indignación.