Muchos colectivos de ciudadanos ha demandado que pida perdón a la comunidad hindú y no a los cristianos por lo ocurrido
(Cádizdirecto.com).- La dimisión del vicario de Ceuta, Juan José Mateos, respaldada por el obispo de la diócesis, Rafael Zornoza, que, prácticamente, le mostró y le acompañó hasta la puerta de salida, no ha dejado indiferente a nadie. El episodio acaecido en el Santuario de África ha provocado una cascada de reacciones que ponen en el punto de mira a la diócesis.
En primer lugar, la reacción del pueblo ceutí ha sido prácticamente unánime y contraria a la postura del prelado. A este respecto, la población cristiana de Ceuta ha mostrado su total apoyo a la comunidad hindú y respalda al vicario dimitido que permitió que se realizase este acto entre ambos credos. Desde la ciudad autónoma se lamentan de que el obispo no se informará debidamente del acto realizado que, en ningún caso, fue dar culto al Ganesh, sino mostrar los respetos a la patrona de todos los ceutíes, también de los hindúes.
A este respecto, el presidente de la comunidad hindú, Ramesh Chandiramani, y el organizador de los actos de la festividad de Ganesh, el exconsejero del Gobierno autonómico Premi Mirchandani, han dejado patente en rueda de prensa su «malestar» por la reacción del Obispado ante una visita «que se viene repitiendo desde 2009 cada año y que este domingo únicamente incluyó como novedad la entrada de ocho niños de la comunidad hindú al camarín de la Virgen para rezarle un Padrenuestro». E incluso han trasladado su desasosiego por lo ocurrido al Papa Francisco.
Asimismo en las redes sociales, muchos colectivos de ciudadanos ha demandado que pida perdón a la comunidad hindú y no a los cristianos por lo ocurrido. Precisamente, y hablando de redes sociales, ese rechazo ha llegado incluso a traspasar la esfera de lo local o provincial. Periodistas mediáticos como Antonio Burgos y Carlos Herrera han expresado públicamente su rechazo a la actitud mostrada por Rafael Zornoza y han denunciado su forma de actuar. Hasta José Manuel Soto, autor de la letra que ha estado también en el centro de la polémica, ha subrayado que no le molestan este tipo de actitudes que solo ayudan a unir a culturas y religiones.
Este episodio viene a sumarse a un nuevo despido que ha tenido lugar en la diócesis. En este caso, la damnificada ha sido la encargada del archivo parroquial y del columbario de la Parroquia de San José Artesano de San Fernando que ha sido cesada de su trabajo, después de llevar trabajando en la parroquia más de 3 años ininterrumpidamente. El pasado día 1 de agosto, cuando se dirigía a trabajar, le esperaba la abogada del obispado para comunicarle que quedaba despedida. Así, sin previo aviso y a toda prisa y casi sin tiempo a recoger sus pertenencias, según denuncia en su blog Juan Cejudo, que, igualmente, añade que la obligaron a salir de inmediato de las dependencias parroquiales.
Este despido se suma al de la bibliotecaria del Seminario Diocesano, que ha venido trabajando con rendimiento durante 17 años en la institución. El motivo esgrimido en ese caso fue la falta de trabajo en una biblioteca que cuenta con 15.000 volúmenes. Con anterioridad ya se habían producido otros despidos en la institución.